A un año de la atrocidad, la guerra en Medio Oriente no cesa

Se cumplirá un año de la guerra en Medio Oriente el próximo mes. Miles de judíos se reunieron en Tel Aviv para pedir libertad, pero el dolor continúa.

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Escrito por: Raziel Cruz Salazar - Rodrigo Lema

A un año de la atrocidad, los ataques de Hamas siguen latentes
| Reuters

El próximo 7 de octubre se cumplirá un año de una de las etapas más oscuras de la historia reciente del Medio Oriente. El ataque terrorista de Hamás dejó una herida profunda en la sociedad israelí, y el dolor sigue presente en cada rincón del país.

Un año sin respuestas


Más de 340 días han pasado desde aquel fatídico día, y 101 rehenes continúan en cautiverio. Familiares y amigos se reúnen cada semana en la Plaza de los Secuestrados en Tel Aviv, exigiendo su liberación y recordando al mundo la injusticia que perdura.

El conflicto ha dejado una estela de destrucción y muerte en ambos lados. Espacios públicos que antes eran vibrantes ahora se han convertido en memoriales iluminados por velas. El festival Nova, que el año pasado fue escenario de una emboscada terrorista, es un recordatorio constante del horror vivido.


Noah Naftali, prima de rehen liberada converso con FIA, “Hubo un alto el fuego el 6 de octubre, no hubo guerra, ningún acto de guerra el 6 de octubre y el 7 de octubre, eso se rompió brutalmente con el asesinato y secuestro de nuestros familiares y ojalá no hubiera ocurrido”, dijo Neftali.

La lucha por la libertad

Israel reconoce los errores cometidos en su respuesta al ataque, pero mantiene su compromiso de liberar a los rehenes. La maquinaria de guerra no se detendrá hasta que cada uno de ellos regrese a casa.

Itzik Horn, sufre el silencio, sus hijos están secuestrados: “Nadie te prepara, nada de lo que leíste, de lo que te contaron, de lo que viste en una película, te prepara para sentir lo que sentimos nosotros durante casi un año. A veces yo me siento a comer y digo: ¿Con qué derecho? ¿Con qué derecho?”, dijo a FIA.

A medida que se acerca el primer aniversario del ataque, la incertidumbre se cierne sobre el futuro. El dolor y la destrucción persisten, y la paz parece un objetivo lejano. Sin embargo, la esperanza se mantiene viva en los corazones de aquellos que luchan por un futuro mejor.

La música como símbolo de resistencia

En medio del caos y la desesperación, la música se ha convertido en un símbolo de resistencia. El sonido del piano en la Plaza de los Secuestrados es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, la humanidad puede encontrar la fuerza para seguir adelante.

El conflicto entre Israel y Hamás ha dejado una profunda cicatriz en la región. La liberación de los rehenes es un primer paso crucial hacia la reconciliación y la construcción de un futuro más esperanzador.

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