Una ola de violencia ha sacudido el noroeste de Siria, con reportes de más de 1,000 personas asesinadas en lo que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) describe como “masacres sectarias”.
Los hechos, ocurridos en los últimos días, se concentran en provincias de mayoría alauita, la rama del islam chií a la que pertenece la familia del expresidente Bachar Al Asad.
Civiles, las principales víctimas
Según el OSDH, al menos 745 de las víctimas son civiles, asesinados “a sangre fría” en las provincias costeras de Latakia y Tartús, bastiones tradicionales de la comunidad alauita, que representa aproximadamente el 10% de la población siria.
El Observatorio también reporta la muerte de 35 miembros de las fuerzas estatales, 32 combatientes leales al antiguo régimen y cuatro civiles adicionales.
Todo el “occidente democrático” aplaudió la llegada de la barbarie islamista en Siria.
— Jorge Buxadé (@Jorgebuxade) March 8, 2025
Ahora han empezado las razzias contra cristianos y otras minorías no musulmanas.
Macron, sánchez, Ursula y demás callan. Para ellos el enemigo es Trump, porque les ha quitado USAID. pic.twitter.com/d3NWClLomt
Los informes indican que las “ejecuciones de campo” se han producido principalmente en estas áreas, donde aún resisten seguidores del antiguo régimen.
La situación ha generado un éxodo de mujeres y niños que buscan refugio, llegando incluso a suplicar auxilio en una base rusa que permanece operativa en la zona.
Detalles de los enfrentamientos: Emboscada y represalias
El OSDH detalla que la escalada de violencia comenzó tras una emboscada a fuerzas gubernamentales que realizaban una operación de seguridad en Latakia.
En la emboscada participaron milicianos alineados con el expresidente Al Asad. Este incidente habría desencadenado una serie de represalias y ataques contra civiles alauitas en las provincias de Latakia y Tartús.
Base rusa en Tartús: Punto de refugio
La presencia de una base militar rusa aún operativa en Tartús añade una capa de complejidad al conflicto.
La base, un importante punto de apoyo para la intervención rusa en Siria, se ha convertido en un refugio para civiles que huyen de la violencia, evidenciando la influencia de actores externos en la crisis siria.
Horrific footage of the terrorist Syrian Government torturing and slaughtering Syrian Christians and Alawites. https://t.co/pUmNWm2NvL
— Iraqi Christian Foundation (@iraqschristians) March 8, 2025
Respuesta del gobierno y contexto
Ante la gravedad de la situación, el gobierno de Siria ha ordenado el envío de tropas a la región para “detener las matanzas” y controlar la situación.
Los enfrentamientos comenzaron, según el OSDH, tras una emboscada a fuerzas gubernamentales durante una operación de seguridad en Latakia, en la que participaron milicianos alineados con el expresidente Al Asad.
Cientos de muertos habría sido el saldo del combate entre simpatizantes del expresidente sirio al-Assad y las fuerzas de seguridad de Siriahttps://t.co/0MoWrgjROG
— CNN en Español (@CNNEE) March 8, 2025
Este nuevo episodio de violencia se inscribe en el prolongado y complejo conflicto sirio, que ha dejado cientos de miles de muertos y millones de desplazados desde su inicio.
La división sectaria y la presencia de múltiples actores, tanto internos como externos, han complicado la búsqueda de una solución pacífica.