Malinche: La figura clave en el encuentro de dos mundos en 1519
En los hechos, Malinche facilitó el diálogo entre culturas que nunca antes se habían encontrado, sentando las bases para la creación de una nueva nación.
En la histórica fecha del 8 de noviembre de 1519, un encuentro trascendental tuvo lugar entre el emperador azteca Moctezuma y el conquistador español Hernán Cortés. Este momento, inmortalizado en el Lienzo de Tlaxcala, no habría sido posible sin la presencia de una figura crucial: Malinche, también conocida como Malintzin o Doña Marina.
Malinche, la mujer que hablaba y traducía, desempeñó un papel fundamental en la comunicación entre ambos líderes. Su importancia se refleja en las representaciones de los códices, donde se le muestra con una vírgula de habla de gran tamaño. Gracias a su astucia, inteligencia y dominio de varios idiomas, Malinche se convirtió en una pieza clave en el proceso de conquista.
Grave error de los mayas al regalar a la Malintzi o Malinche
Originaria de un pueblo sometido por los mexicas, Malinche hablaba popoluca, su lengua materna, y posteriormente aprendió náhuatl y maya. Esta habilidad lingüística la convirtió en un puente de comunicación invaluable para Hernán Cortés, quien la llevó consigo en sus expediciones.
Malinche fue objeto de críticas en los siglos XIX y XX
Un momento decisivo ocurrió cuando los emisarios de Moctezuma se encontraron con Cortés. Jerónimo de Aguilar, otro intérprete, no pudo traducir el náhuatl, pero Malinche intervino y estableció la comunicación, creando una cadena de traducción entre el náhuatl, el maya y el español. A partir de entonces, se volvió inseparable de Cortés, siendo no solo su intérprete, sino también su voz y rostro ante los pueblos originarios.
Malinche, la mujer que trascendió su tiempo: una figura clave en la historia de México
A pesar de su papel crucial, Malinche fue objeto de críticas en los siglos XIX y XX, cuando historiadores mexicanos nacionalistas la tacharon de traidora. Sin embargo, esta visión ignora su papel fundamental en el establecimiento de la primera comunicación entre dos mundos.
En los hechos, Malinche facilitó el diálogo entre culturas que nunca antes se habían encontrado, sentando las bases para la creación de una nueva nación tres siglos después: México. Su legado, lejos de la traición, es el de una mujer que abrió las puertas a un nuevo capítulo en la historia de América.
