Receso escolar desafía la economía familiar: Padres enfrentan incremento de gastos durante las vacaciones

El periodo de vacaciones de los niños, aunque representa un merecido descanso para los estudiantes, se convierte en un verdadero reto para los padres, quienes deben ingeniárselas para mantener a sus hijos entretenidos y activos durante estas semanas sin clases.

Tal como lo expresó una madre de familia, la energía de los niños en vacaciones es comparable a una “bombita”, pues requiere una constante inversión de tiempo y esfuerzo para idear juegos, conversaciones, paseos y diversas actividades que llenen sus días libres.

Esta mayor permanencia de los niños en casa inevitablemente conlleva un aumento en los gastos familiares, especialmente en lo referente a la alimentación. La presencia constante de los pequeños suele traducirse en un incremento en la frecuencia de las visitas al supermercado y, por ende, en el desembolso destinado a la despensa.

Según su testimonio, el gasto promedio por cada visita al supermercado se eleva considerablemente durante las vacaciones escolares, superando los quinientos pesos en muchos casos. Esta situación se agudiza por los frecuentes antojos que surgen en los niños al pasar más tiempo en el hogar.

Además del aumento en la compra de alimentos, los servicios básicos como la electricidad, el agua y el gas también experimentan un incremento en su consumo. El mayor tiempo que los niños permanecen en casa implica un uso más prolongado de aparatos eléctricos, dispositivos electrónicos, ventiladores y un mayor número de duchas diarias.

Verónica, madre de familia, ejemplificó esta situación al señalar que, mientras habitualmente realizaba la compra de la despensa una vez por semana, durante las vacaciones se ve obligado a hacerlo cada dos o tres días para cubrir las necesidades alimentarias de sus hijos.

Las actividades de esparcimiento fuera del hogar también representan un desembolso significativo. Una salida familiar a un parque acuático u otra actividad recreativa, considerando el costo de las entradas, la comida y el transporte, puede ascender a aproximadamente tres mil cuatrocientos pesos.

De acuerdo con estimaciones de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, se prevé que estas vacaciones escolares generen un aumento del quince por ciento en los gastos de las familias en comparación con el año anterior.

A pesar del incremento en los costos, los padres coinciden en que el tiempo de calidad compartido con sus hijos durante este periodo no tiene precio. Aunque el bolsillo familiar pueda resentirse durante las vacaciones escolares, la mayoría de los padres considera que la convivencia y el amor que se fortalecen en estos días de descanso compensan cualquier gasto adicional.