En el marco del Año Nuevo 2023, este domingo Lula Da Silva toma protesta como presidente de Brasil por los próximos cuatro años. Miles de seguidores se congregaron en la capital, Brasilia, para apoyar a la izquierda. En punto de las 14:30 horas, se esperó al líder de 77 años.
Cerca de 19 jefes de Estado participaron en la ceremonia de posesión de Luis Da Silva. La lista de invitados incluye a los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; de Colombia, Gustavo Petro; de Chile, Gabriel Boric, de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, de Alemania, Frank Walter Steinmeier, entre otros.
Lula Da Silva llegó a bordo de un Rolls Royce negro convertible y sin protección antibalas. Desfiló junto a su esposa Janja y el vicepresidente Geraldo Alckmin y su pareja.
Tan solo unos minutos, cerca de las 14:44 hora local de Brasilia, Lula Da Silva llegó al Congreso en donde tomará posesión como presidente de Brasil. Después de prestar juramiento, Lula Da Silva pronunciará su primer discurso como nuevo presidente y se dirigirá al Palacio de Planalto, sede del Gobierno donde saludará a sus seguidores.
La ceremonia tuvo una breve interrupción para realizar un minuto de silencio por la muerte del rey del futbol , Pelé, así como del papa emérito Benedicto XVI que murió el sábado 30 de enero en Roma.
Lula Da Silva jura como nuevo presidente de Brasil
Lula Da Silva juró este 1 de enero ante el Parlamento como el nuevo presidente de Brasil 2023-2027.
Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución, observar las leyes, promover el bien general del pueblo brasileño, sustentar la unión, la integridad y la independencia de Brasil
Cerca de las 12:21 hora local de Brasilia, Lula Da Silva celebró “la victoria de la democracia”, la cual afirmó que le hizo ganar las elecciones a pesar de las amenazas de la derecha que aún no acepta su triunfo.
Adelantó que entre las primeras acciones del Gobierno se encuentra como objetivo “rescatar a 33 millones de personas del hambre y rescatar de la pobreza a más de 100 millones de brasileños”.
Lula Da Silva afirmó que se encontraba recibiendo al país en ruinas donde el hambre había regresado y mencionó que el gobierno de Jair Bolsonaro había agotado los recursos para la educación, la salud y la conservación de los bosques y socavado los derechos humanos.