El proyecto estadounidense Artemisa de la NASA, que planea llevar a las primeras mujeres a la Luna, enfrenta el reto de evitar que las mujeres, al ser más susceptibles a los rayos cósmicos y radiaciones solares, sufran daños en su sistema reproductivo y otros órganos, así lo reveló la astrónoma Julieta Fierro.
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— UNAM (@UNAM_MX) July 18, 2023
Para evitar esas afectaciones se piensa colocar un campo magnético alrededor de las sondas tripuladas. Lo que impediría que los rayos cósmicos, en particular durante los largos viajes a Marte, produzcan mutaciones en los seres vivos.
¿Qué son los rayos cósmicos?
De acuerdo a investigadores de la UNAM, la mayor parte de los rayos cósmicos galácticos se genera a partir del nacimiento de las supernovas, objetos que marcan el fin de algunas estrellas muy masivas de aproximadamente.
Los científicos exploran alternativas para reducir riesgos al llevar a las primeras astronautas a nuestro satélite natural, señala Julieta Fierro Gossman, en ocasión del Día Internacional de la Luna, a celebrarse el 20 de julio
Los rayos cósmicos son núcleos de átomos ordinarios despojados de sus electrones y que se distinguen por su altísima energía. La radiación cósmica primaria esta formada de protones, partículas α y núcleos más pesados.
¿Son malignos los rayos cósmicos?
De acuerdo al Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA) , la Tierra está protegida por un campo magnético que hace que las partículas cargadas reboten de un polo al otro, así se generan dos cinturones gigantescos en forma de rosca por los que circulan electrones y protones energéticos. De esta manera, la magnetosfera desvía los rayos cósmicos y nos protege de las erupciones solares atmosféricas.
¿Pero qué pasa con los astronautas?
De acuerdo a los especialistas, las tripulaciones de naves espaciales reciben dosis de radiación elevadas.
Tan solo un astronauta a bordo de una estación espacial que orbita la Tierra a 400 kilómetros de altitud está expuesto, por lo general, a una dosis superior a 0,5 milisieverts al día. En 12 días podrían recibir la misma dosis que la que reciben las tripulaciones de aeronaves en un año.
De ahí que organismos espaciales hayan establecido límites de dosis, determinados según la profesión, para los astronautas.
Y es que se podría haber establecido una relación entre la exposición a la radiación cósmica y determinados efectos en la salud de los astronautas, como la carcinogénesis por radiación y algunas otras reacciones.
