Este 22 de septiembre, el otoño llegó a México y con él no solo el cambio de estación, ni los colores de las hojas y las temperaturas, sino que la temporada también trae una fuerte carga de enfermedades digestivas, ¿por qué? Esta es la increíble razón por la que se propagan las molestias estomacales o el ardor.
Otoño aumenta las enfermedades digestivas, ¿por qué?
De acuerdo con el Centro Médico de Enfermedades Digestivas y Quirúrgicas, en otoño, las enfermedades digestivas tienden a empeorar debido a varios factores que afectan tanto la salud física como la emocional de las personas. Entre ellos se encuentran:
- Cambios de temperatura, ya que se producen descensos en las temperaturas y aumentos en la humedad, lo que puede influir en la proliferación de virus y bacterias que afectan el sistema digestivo.
- Influencia de la Bacteria Helicobacter pylori, conocida por causar gastritis y úlceras, tiende a proliferar más en otoño.
- Aumento en la alimentación, con la llegada del frío, las personas suelen optar por comidas más calóricas y ricas en grasas, lo que puede resultar en una mayor irritación del sistema digestivo. Por otro lado, los alimentos muy calientes, picantes o grasos son especialmente problemáticos, ya que pueden irritar la mucosa estomacal.
- Efectos del estrés, el otoño también se asocia con cambios en el estado de ánimo, lo que puede incrementar el estrés y afectar directamente al sistema digestivo a través del eje intestino-cerebro, exacerbando condiciones como el síndrome del intestino irritable (SII) y otros trastornos digestivos.
El aumento de las enfermedades digestivas en otoño se debe a una combinación de factores climáticos, cambios en la dieta y el impacto del estrés emocional; sin embargo, existen una serie de medidas que podemos considerar para reducir los efectos anteriores.
¿Cómo reducir las enfermedades digestivas en otoño?
Para reducir las enfermedades digestivas en otoño, es importante mantener una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras y granos enteros. Adicionalmente, se puede optar por evitar alimentos irritantes como grasas y picantes, y asegúrese de hidratarse bien bebiendo suficiente agua. También es fundamental gestionar el estrés mediante técnicas de relajación y hacer ejercicio regularmente para mejorar la digestión y el bienestar general.
