¿Quién no cuenta en su casa con entrañables álbumes fotográficos? Aunque en la actualidad todo se puede guardar en dispositivos tecnológicos, la fotografía impresa sigue siendo la mejor opción para inmortalizar grandes momentos.
Un álbum que existe desde hace más de 40 años; viejo, amarillento y con algunos plásticos ya desprendidos pero lo que no se le desprende son los recuerdos.
Olaf Zárate, quien aún conserva álbumes fotográficos físicos, le contó a Fuerza Informativa Azteca que:"Bien, pues aquí hay fotos muy interesantes de mis papás cuando yo aún no nacía... pues de hecho salgo aquí en la panza de mi mamá... uno de los coches que tuvo mi papá... recuerdo cuando me tomaba mi papá con mis juguetes pues sí de esos también tengo buenos recuerdos, ¿no?”.
Hoy por hoy, la fotografía impresa es una tradición reducida pero no extinta
Ricardo Sánchez, un fotógrafo desde el año de 1960, dice que:"yo creo que 9 personas hacen foto digital y solamente una imprime... pero sí hay gente que tiene interés todavía imprimir alguna fotografía”.
Antes, las fotografías impresas capturaban el día a día, la cotidianidad pero en la actualidad, lo que mantiene viva a la impresión fotográfica son aquellos momentos que solo se viven una vez. “Celebraciones a lo mejor como los XV años o las bodas, ¿no? todavía, muy escasas actualmente pero que todavía demandan los familiares un álbum completo”, señala Ricardo.
Por cuestiones de espacio, las familias de muchos hogares mexicanos que aún conservan sus álbumes impresos, confiesan que los mantienen guardados en cajas. “Mi papá me dejó álbumes llenos de fotos... son hileras de fotos y fotos también hay unos que ya no caben y se tienen que guardar en gabinetes por abajo”, dice Marco García, quien en esta 2024, conserva álbumes fotográficos físicos.
Pero lejos de lo que se piensa, la impresión de fotografías y por ende los álbumes físicos, no solo son para las personas mayores. Marco García agrega que:"Antes pensaba algo así que ya era muy antiguo pero... yo también hay veces que yo también imprimo mis fotografías”. La fotografía impresa no es cuestión de edades sino de sentimientos, de emociones, de inmortalizar el momento.
