Esperaron siete años y medio para que llegara la justicia en Macuspana, para que la puerta de la libertad se abriera para ellos.
Juan Luis López, Héctor Muñoz y Gonzalo García fueron condenados a pasar 50 años en prisión por el delito de tentativa de secuestro en Tabasco mediante un juicio plagado de ilegalidades.
Obtienen su libertad tres siete años y medio presos
Después de analizar su caso mediante un juicio de amparo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) los declaró inocentes y ordenó su libertad inmediata.
“Prácticamente nos habían fregado la vida y se nos hizo justicia. No es fácil estar cautivo aquí"; dijo Héctor tras abandonar la prisión.
Por su parte, Juan Luis también hizo evidente su regocijo: “Feliz de estar aquí afuera después de un buen rato, feliz por estar con mi familia y comenzar una nueva vida”.
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Los ministros determinaron que en este caso hubo violaciones graves al debido proceso y al principio de presunción de inocencia, además de no haberles comprobado el delito.
Familiares y abogados de los sentenciados se congregaron afuera del reclusorio de Macuspana, Tabasco, y celebraron la resolución del máximo tribunal del país.
A las 15:08 horas de este jueves por fin se abrió la puerta principal de la prisión y pudieron verlos libres. Abrazos, llanto, júbilo y hasta porras se vieron y se escucharon afuera del penal, donde un ambiente de justicia se percibía.
Juan Luis López, Héctor Muñoz y Gonzalo García tienen ahora la posibilidad de proceder contra las autoridades que los mantuvieron en la cárcel de manera injusta; empero, dijeron que por ahora nada de eso pasa por su mente.
“Necesitamos platicarlo con los abogados y lo que ahorita queremos es disfrutar con la familia al máximo"; agregó Gonzalo.
Al preguntarle el proceder de las autoridades que los encarcelaron Juan Luis respondió: “Solamente ellos saben por qué lo hicieron, yo no los puedo juzgar, solo de que dios es grande y que me los bendiga donde quiera que estén”.
Para todos, su libertad fue un regalo anticipado de Navidad, y de manera evidente, un acto de justicia.