¡De no creer! Juez civil liberó al agresor del perro ‘Huesitos’ en Puebla, pero Fiscalía evita que salga

En días recientes, en Puebla, se viralizó el caso de “Huesitos”, un perro que fue brutalmente golpeado con una piedra gigante después de que el agresor aprovechó que el “lomito” se encontraba dormido sobre la banqueta en una calle de la localidad de Santiago Miahuatlán. Este nuevo caso de maltrato animal generó gran indignación en la comunidad local y entre los defensores de los derechos de los animales, por lo que, debido a la gravedad del caso, las autoridades se movilizaron rápidamente para dar con el paradero del implicado.

Tras la oportuna intervención de las autoridades, el agresor, identificado como Luis “N”, fue detenido horas más tarde por la policía municipal; sin embargo, un juez civil ordenó su liberación al no haberse realizado la detención en flagrancia, por lo que solo fue juzgado por alterar el orden público.

Fue durante la mañana de este domingo 16 de febrero de 2025 cuando, a través de un boletín informativo en sus canales oficiales, la Fiscalía General del Estado de Puebla confirmó que, al tener conocimiento del hecho, integró la carpeta de investigación y, con base en las pruebas recabadas, solicitó y obtuvo la orden de aprehensión correspondiente por el probable delito de maltrato animal en Tehuacán. Agentes investigadores cumplieron con el mandato de captura contra Luis “N” en el barrio de Mihuatlán.

Ahora, el imputado se mantendrá detenido, a disposición del Juez de Control de Tehuacán, quien determinará su situación jurídica.

En imágenes captadas por una cámara de seguridad, y que posteriormente causaron tristeza e impotencia en redes sociales, se muestra cómo el agresor aprovecha que el canino estaba dormido sobre la banqueta para atacarlo cruelmente.

El atacante, quien vestía de sudadera oscura con capucha y una mochila café, aprovechó el descanso de la mascota para acercarse a un montículo de grandes rocas, toma una, se acerca sigilosamente al perro y, si ningún remordimiento, se la lanza sin piedad; instantes después, los desgarradores aullidos de dolor de la mascota alertan a los vecinos mientras el atacante aprovecha la oscuridad de la noche para escaparse. El cobarde ataque sucedió en la calle 4 norte y la 8 oriente, de la colonia Guadalupe.