Juanita Huitrón, la mujer que convirtió la tragedia en una oportunidad para ayudar a otros con los “Topos”
Juanita Huitrón, la “Mamá Ganso” de los Topos, fue una heroína anónima que lideró el grupo de rescate tras el terremoto de 1985 en México. Aquí su legado.
En el corazón de la Ciudad de México , donde el tiempo se detuvo el 19 de septiembre de 1985, surgió una historia de heroísmo y solidaridad que trasciende generaciones. Juanita Huitrón, una joven madre de familia en aquel entonces, se convirtió en un símbolo de esperanza y liderazgo durante uno de los terremotos más devastadores de México .
Aquel fatídico día, mientras el edificio de Nuevo León se derrumbaba y la ciudad se sumía en el caos, Juanita, junto a miles de capitalinos, se vio envuelta en una tragedia que marcaría su vida. Con el polvo y el escombro invadiendo su hogar, decidió actuar. En medio de la desesperación, surgió un instinto maternal que la impulsó a ayudar a quienes más lo necesitaban.
Juanita no tenía experiencia en rescates antes del 19 S de 1985
Sin experiencia previa en rescate, Juanita se unió a un grupo de voluntarios que, con picos y palas, se adentraron en los escombros para buscar sobrevivientes. Así nació el grupo de rescate 19 de septiembre, más conocido como los Topos.
Juanita, con su carisma y determinación, se convirtió en una figura fundamental dentro de este grupo. Su apodo, “Mamá Ganso”, era un reflejo de su papel como líder y cuidadora de todos los miembros del equipo. Su voz, fuerte y decidida, se escuchaba por encima del ruido de las herramientas y los gritos de angustia.
A pesar de las críticas y los obstáculos que enfrentó por ser mujer y líder de un grupo de hombres, Juanita demostró una valentía y una capacidad de organización que la convirtieron en una figura respetada, incluso entre las autoridades. Su liderazgo inspiró a miles de personas y su legado se extendió más allá de las fronteras de México.
Juanita: Una heroína anónima
Los Topos, bajo la guía de Juanita, participaron en innumerables misiones de rescate en todo el mundo, desde el terremoto de Turquía hasta los atentados del 11 de septiembre en Nueva York . Su labor fue fundamental para salvar vidas y brindar esperanza en momentos de gran dificultad.
Lamentablemente, Juanita falleció años después debido a las secuelas de su labor como rescatista. Sin embargo, su legado sigue vivo en el corazón de los Topos y en la memoria de quienes la conocieron. Su historia nos recuerda la importancia de la solidaridad, la empatía y el trabajo en equipo en momentos de crisis.
Juanita Huitrón fue mucho más que una rescatista; fue una heroína anónima que, con su valentía y su amor por los demás, dejó una huella imborrable en la historia de México. Su frase, “Los que hacemos esto lo hacemos por amor a la humanidad”, sigue siendo una inspiración para quienes continúan su labor.
