Fue la tarde del viernes pasado cuándo el periodista Juan Carlos Muñiz, mejor conocido como “Rigoberto”, fue asesinado en la cabecera municipal de Fresnillo, Zacatecas, y ayer domingo 6 de marzo fue oficiada una misa en su honor, en la que sus compañeros periodistas protestaron afuera de la iglesia, pidiendo justicia por estos hechos.
En la iglesia de la Divina Providencia, ubicada en la cabecera municipal de Fresnillo, es donde se llevó a cabo la misa en honor a Juan Carlos Muñiz, reportero acribillado a plena luz del día, mientras se desempeñaba en su segundo trabajo como taxista.
Con aplausos, un minuto de silencio y un emotivo discurso del sacerdote, concluyó la misa, pero antes de que partiera al campo santo, ya lo esperaban al exterior un grupo de periodistas fresnillenses, con pancartas cuyo mensaje era el de la exigencia de justicia.
Sus compañeros lo conocían como una persona responsable y que buscaba en todo momento el bien del gremio en la entidad.
Juan Carlos Muñiz trabajaba con precaución
Para el periodista Ángel Martínez, Juan Carlos Muñiz era muy precavido para realizar su trabajo y la unidad el gremio:
“Aproximadamente lo conozco a él desde hace tres años y te puedo decir que reporteábamos, cubríamos la fuente policiaca, codo a codo, y pues era un tipo muy alivianado, siempre nos decía, hay que tener precauciones, hay que andar juntos porque si nos ven solos, nos pueden hacer algo, era el que siempre llevaba eso en la mente, tener precaución y de tener precaución y de cuidarnos…"
Luego de este hecho violento, los periodistas de Fresnillo señalan que tienen miedo de seguir desempeñando su labor como informadores, pues la mayoría, temen por dejar desamparadas a sus familias.
“Lo que te cala a ti es la familia, de que no puedas, saber si vas a regresar, como ayer mi hijo que me despidió de un abrazo que no tienes idea, del sentimiento que él me dijo que me cuidara, que me quería, mucho, y es un sentimiento que te dice si vas a dejar este trabajo, o si vas a seguir haciéndolo no?, porque realmente, casi todos tenemos familia, y es muy difícil salir de tu trabajo, si vas a regresar o no vas a regresar…"
El cuerpo de Juan Carlos Muñiz partió al panteón de Saín Alto, donde familiares y amigos le dieron el último adiós.
A Juan Carlos Muñiz Hernández le sobreviven cuatro hijos: dos niñas, de 14 y 12 años de edad y dos niños, de 2 años uno y 10 meses.
Sus padres, hermanas y hermanos, así como ex compañeros del cuerpo de Bomberos de Fresnillo, y reporteros de la ciudad de Fresnillo y algunos de la ciudad de Zacatecas, acudieron a la ceremonia religiosa.