Joe Biden , presidente de Estados Unidos, ofreció en Arizona disculpas a nativos americanos por los abusos que ocurrían en internados para esas comunidades.
Desde principios del Siglo XIX hasta la década de 1970, Estados Unidos administró cientos de internados para que niños nativos se adaptaran de forma forzosa a la cultura de los colonos europeos, incluyendo su conversión al cristianismo. Biden se convierte en el primer presidente de ese país en disculparse por los internados.
¿Cómo fue la disculpa de Joe Biden por abusos en internados?
El presidente Joe Biden se disculpó directamente con una comunidad indígena estadounidense por los 150 años de historia de Estados Unidos de administrar internados abusivos para indígenas americanos.
Biden habló con la comunidad indígena del río Gila. En su discurso, Biden reconoció el abuso físico, emocional y sexual que sufrieron cientos de niños nativos americanos en esas escuelas, así como el costo que el trauma intergeneracional ha tenido en las familias y las comunidades.
Calificó la disculpa como “demasiado esperada” y afirmó que el programa “siempre será una marca significativa de la farsa, una mancha en la historia estadounidense”.
“Francamente, no hay excusa para que esta disculpa haya tardado 50 años en hacerse. La política federal de internados indígenas, el dolor que ha causado, siempre será una marca de vergüenza importante, una mancha en la historia estadounidense”, manifestó.
Niños en internados eran alejados por la fuerza de sus familias
Desde 1819 hasta la década de 1970, Estados Unidos implementó políticas para establecer y apoyar cientos de internados para indígenas estadounidenses en todo el país.
El propósito de estos internados federales era asimilar culturalmente a los niños indígenas estadounidenses, nativos de Alaska y nativos de Hawái, alejándolos por la fuerza de sus familias, comunidades, idiomas, religiones y creencias culturales, según indicó el Departamento del Interior.
La secretaria del Interior de Estados Unidos, Deb Haaland, la primera indígena estadounidense en ocupar un cargo en el gabinete, había iniciado una investigación para reconocer el legado problemático de las políticas federales sobre internados indígenas. Un informe de investigación del departamento concluyó que al menos 973 niños murieron en esas escuelas.
