El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), extrajeron un tumor cerebral maligno del tamaño de un huevo, a una paciente de 34 años que permaneció despierta durante toda la cirugía.
La intervención, con resultados favorables, se realizó el pasado 22 de marzo en el Centro Médico Nacional 20 de noviembre. La paciente presentaba un cuadro clínico de alto riesgo.
Y es que en tres meses fue sometida a tres cirugías distintas: una en la vesícula, otra a corazón abierto para retirar tumor maligno; y la tercera para extirpar la mencionada tumoración metastásica en el cerebro.
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— Azteca Noticias (@AztecaNoticias) May 26, 2022
Especialistas del Centro Médico Nacional "20 de Noviembre" retiraron un tumor cerebral maligno del tamaño de un huevo a una paciente despierta de 34 años, sin afectarle el lenguaje, ni de la memoria: @ISSSTE_mx https://t.co/BFWMF8b6s1 pic.twitter.com/7y2KZRMbeK
“La neurocirugía fue bastante exitosa debido a que la paciente no fue afectada del lenguaje, la memoria, ni de las facultades para el cálculo matemático. De hecho, ha recuperado algunas habilidades que se encontraban alteradas antes de ser intervenida debido al tumor”, aseguró Cuauhtémoc Gil-Ortiz Mejía, cirujano líder del procedimiento.
El también integrante de la Sociedad Mexicana de Cirugía Neurológica y de la Sociedad Médica del CMN 20 de Noviembre, agregó que el tumor se localizaba del lado izquierdo en la zona profunda del cerebro y era una metástasis de cáncer tipo leiomiosarcoma desarrollado en el corazón.

La paciente estuvo despierta las cinco horas
El neurocirujano Antonio López López, junto con los médicos residentes Cristóbal Rubén Villavicencio Nava, César Hernández Zamora y Diego Galarza Alcocer; el anestesiólogo Hermenegildo Cortés Rivera y las enfermeras especialistas Georgina Hernández Chico y Adriana Torres Campos, también participaron en la intervención.
La delicada cirugía duró cinco horas: los doctores mantuvieron despierta a la paciente, a fin de monitorear y preservar las funciones del sistema nervioso central. Para ello, le hacían preguntas relacionadas con nombres, fechas, sumas o restas en secuencia; además de indicaciones para que moviera diferentes partes del cuerpo.
El tumor cerebral comprometía estructuras relacionadas con lenguaje, comprensión, cálculo y función visual, señaló Gil-Ortiz Mejía, por lo que aplicaron sedación y anestesia local. Esto, para no causar daños adicionales y verificar la sensibilidad en todo el cuerpo.
Como señalan los especialistas, una operación de este tipo con paciente despierto, es más complicada e incómoda para todo el equipo quirúrgico y de anestesiología. Sin embargo, es más segura para el paciente, porque evita lesiones en áreas colindantes al tumor y se preservan las funciones cerebrales que dependen de ellas.
“Este es el mérito de la atención a esta paciente con este cuatro patológico tan complejo” afirma Gil-Ortiz.

Caso raro, cáncer agresivo, diagnóstico fortuito y operación complicada
Explicó que la paciente fue operada de la vesícula en el Hospital General “Dr. Fernando Quiroz Gutiérrez”. Después, el 8 de febrero, le realizaron una cirugía a corazón abierto para retirarle un tumor, en el CMN “20 de Noviembre”.
Para Cuauhtémoc Gil-Ortiz Mejía, es un caso sumamente raro y de un hallazgo de diagnóstico fortuito: “Un estudio patológico del tumor confirmó que se trataba de cáncer tipo leiomiosarcoma, considerado de los más agresivos que existen, cuya presencia es extremadamente rara en el corazón y aún más que dé metástasis en el cerebro. En 22 años que llevo trabajando en el CMN 20 de Noviembre es el primer reporte de un caso como éste”.
Y es que durante su internamiento para la cirugía del corazón, la mujer presentó problemas de lenguaje, desconocía la parte derecha de su cuerpo y no podía hacer cálculos matemáticos; médicamente se conoce como síndrome de Gerstmann.
Por ello, dice el especialista, fue sometida a una tomografía: “Observamos una lesión dentro del cerebro. En estudio de resonancia magnética identificamos una lesión nodular con bordes bien definidos y con gran edema cerebral”.
La neurocirugía fue un procedimiento de alta especialidad, en el que usaron equipo médico avanzado, como microscopio quirúrgico, neuronavegador y ultrasonido transquirúrgico, a fin de tener un acceso hacia el tumor, que se alojaba en la parte profunda del cerebro.
La buena noticia es que la paciente ya ha iniciado un programa de rehabilitación motora, de lenguaje y de cálculo, que actualmente realiza desde su casa: “Deambula, camina por sí sola y continuará con valoración por el servicio de oncología, para evaluar y recibir tratamientos complementarios, ya sea radioterapia, quimioterapia o los dos en conjunto”, concluyó Cuauhtémoc Gil-Ortiz.