La jungla de gatos es un gran espacio ubicado en Amán, Jordania, donde amantes de estos felinos pasan horas acariciándolos, alimentándolos y jugando con ellos, sin tener la responsabilidad que implica tener uno en casa.
Hombres y mujeres, niños y niñas acuden a la jungla de gatos, en Amán, ciudad situada entre el desierto y el valle del Jordán, algunos porque su mejor amigo felino, murió.
Como es el caso de Zhainah, una clienta frecuente, “yo tenía un gato y murió, mi familia está en contra de tener uno nuevo, así que vengo aquí a jugar con ellos”.
También vienen a la jungla de gatos aquellas personas a las que sus familiares temen a estos felinos, como ocurre con Shams Al Jundi, “vine aquí a jugar con los gatos porque mi madre les tiene miedo y nos prohíbe tener uno en casa, siempre que tenemos un gato se deshace de él.”
Gatos abandonados son bienvenidos a la jungla
La idea de la jungla de gatos era crear un espacio para mininos abandonados y que amantes de ellos pasaran un buen rato, “es un negocio familiar, donde la gente puede disfrutar de un buen rato con los gatos”, comentó Nihad Ashouri, dueño del establecimiento.
Ashouri tardó seis meses en juntar a los michis que viven en la jungla de gatos, actualmente “esta sala tiene más de 38 gatos, donde las personas generalmente pueden alimentarlos, tomarse fotografías y pueden aprender sobre las distintas razas de gatos”.
La dueña de la jungla de gatos asegura que este lugar no habría tenido el éxito que tiene si lo hubiera inaugurado antes de Covid-19, “durante la pandemia, las personas recurrieron a las mascotas, llevaron gatos y perros a sus casas.”
La normalidad regresó y con ella el abandono, “las empresas volvieron a abrir, la gente volvió a trabajar en oficinas y comenzó a abandonar a estos gatos porque estaban demasiado ocupados para cuidarlos”, enfatizó Ashouri.
Gran opción para quienes no pueden tener uno en casa
“Este negocio ayudó a muchas personas que no son capaces de tener un gato en casa y pueden venir aquí a jugar con ellos durante una o dos horas”, dijo Ashouri.
El cariño por estos animales es grande, gracias a eso, el lugar se ha hecho muy popular y decenas de clientes van como Zhainah, “este lugar es agradable, me encantan los gatos , creo que son animales lindos y me gusta jugar con ellos”.
Una o dos horas podrían ser suficientes para dar y recibir amor felino en esta jungla de gatos, “vine aquí para cumplir con mi amor por los gatos”, finalizó Shams Al Jundi.