Inflación de Japón se ubicó en 3.0% en agosto; cifra más alta en 8 años

En agosto, la inflación anual de Japón se ubicó en 3.0%, cifra mayor al 2.6% registrado en el mes de julio, siendo este su nivel más alto desde hace ocho años, lo que puso en manifiesto las dificultades que enfrentan los consumidores por el aumento del costo de la vida.

Agosto se convirtió en el doceavo mes consecutivo en el aumento de precios al consumidor en Japón, con el mayor nivel desde septiembre de 2014, en medio de un aumento en el costo de alimentos y energía.

Aunque la inflación anual de Japón continúa siendo modesta, en comparación a la de otros países, la desaceleración mundial y los elevados precios de la energía ensombrecen las perspectivas.

La inflación subyacente a los consumidores de Japón, se aceleró 2.8% en agosto, alcanzando su ritmo anual más rápido en casi ocho años, debido al aumento de las presiones de los costos de las materias primas y la debilidad del yen.

Aunque la inflación subyacente al consumidor haya superado el objetivo del 2% que había planteado el banco central durante cinco meses consecutivos, es poco probable que el Banco Central de Japón (BOJ) aumente las tasas de interés.

Los datos ponen de manifiesto el dilema al que se enfrenta el Banco de Japón al tratar de apuntalar una economía frágil manteniendo unas tasas de interés ultra bajas, que a su vez están alimentando una inoportuna caída del yen que está haciendo subir el costo de la vida de los hogares.

El precio de alimentos frescos en Japón registraron un avance anual de 8.1% en agosto, lo que supone un descenso de dos décimas respecto al mes pasado.

Mientras que el costo de la energía se ubicó en 16.9% en el mes de agosto, siete décimas más que las registradas en junio.

Por otro lado, la subida del índice de Precios al Consumidor (IPC) subyacente de Japón, que excluye los alimentos frescos pero incluye el costo de los carburantes, fue ligeramente superior a la previsión promedio del mercado de un aumento del 2.7% y siguió a la subida del 2.4% de julio. Fue el ritmo de subida más rápido desde octubre de 2014.

El Banco Central de Japón se reunirá durante esta semana; sin embargo se espera que mantenga sin cambios su política ultra expansiva, incluyendo la fijación de la rentabilidad a 10 años cerca de cero, para apoyar la frágil recuperación económica.

El yen se ha visto afectado por esta política, mientras que el dólar subió un 0.27% frente a la moneda japonesa, a 143.59 yenes, continuando con una consolidación de una semana, después de haber llegado a 144.99 yenes el 7 de septiembre, por primera vez en 24 años.

Con información de Reuters.