Entre ruinas y ¿fantasmas? Así es vivir en Topo Chico, el penal más peligroso de México
El edificio de la Cruz, es el último vestigio del penal de Topo Chico, un lugar que guarda historias de terror y que se ha convertido en el hogar de indigentes.
El penal del Topo Chico albergó por más de 70 años a peligrosos delincuentes, también fue escenario de motines violentos, lo que obligó a autoridades a cerrar sus puertas para siempre. Hoy en día, las ruinas de la cárcel considerada como la más peligrosa de México, se ha convertido en un refugio para personas sin hogar.
Como es el caso de Daniel Ramírez Mendieta, quién narró para Fuerza Informativa Azteca (FIA) lo que es vivir en el edificio de la cruz, la última torre de celdas que permanece en pie, después de la demolición del expenal.
Daniel Ramírez: un hombre que no piensa abandonar Topo Chico
Entre grafitis y basura, es como vive Daniel Ramírez, un errante que con crucifijo en mano pasa las noches en una cárcel, considerada como una autentica pesadilla para los miles de reos que albergó este sitio.
Este hombre contó para los micrófonos de FIA lo misterioso que resulta el expenal al caer el sol, pues señala que convive con los fantasmas que quedaron atrapados en Topo Chico.
En las noches, este hombre cuenta como escucha gritos paranormales, además de otras manifestaciones, entre ellas que le avientan cosas. Una experiencia aterradora, pero mientras su fe no lo abandone, él tampoco piensa dejar su único hogar.
¿Por qué cerró el penal del Topo Chico?
El penal del Topo Chico fue inaugurado en 1943 en Monterrey, Nuevo León por el entonces gobernador del estado, Bonifacio Salinas Leal. El lugar tenía la capacidad para albergar 3 mil 600 internos, pero en sus días más oscuros llegó a tener alrededor de 7 mil reclusos.
La decisión de cerrar definitivamente el penal del Topo Chico se debió a la masacre que ocurrió en 2016 al interior del lugar, que dejó 49 reos muertos y 12 lesionados por un presunto enfrentamiento entre grupos de choque. Este hecho fue considerado como una de las peores riñas que se han registrado en cualquier centro penitenciario del país.
Sin embargo, el penal también escondía diversas historias de corrupción, riñas violentas, tratos inhumanos hacia los reos. Por lo que el 01 de octubre de 2019, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón anunció el cierre definitivo del penal y después su demolición.
¿Qué pasó con el penal del Topo Chico?
Tras la demolición de los edificios del penal del Topo Chico, en septiembre de 2021, se inauguró el Parque Libertad, un espacio que pretendía ser un pulmón para el área metropolitana, pero que terminó en abandono y lleno de maleza.
En 2024, y ante la inconformidad de los ciudadanos de Monterrey, se decidió construir el nuevo Hospital Infantil sobre el Parque Libertad, de forma que se conserven áreas verdes para los habitantes de la zona.
Hoy en día, solo un edificio del penal del Topo Chico se mantiene en pie, sin embargo con la construcción del Hospital Infantil se planea reubicar a los indigentes para demoler por completo la cárcel más peligrosa de Nuevo León.
