El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó el hallazgo de restos prehispánicos y coloniales en las cercanías de la Casa Rivas Mercado, donde vivió el arquitecto del Ángel de la Independencia, ubicada en la colonia Guerrero de la Ciudad de México (CDMX).
Por ese motivo, el sótano de la vivienda, ubicada en la calle Héroes #45, se ha convertido en el centro de investigación, operaciones y resguardo de materiales del Proyecto Salvamento Arqueológico San Hipólito, el cual ha permitido localizar contextos desde la época prehispánica hasta fragmentos de la historia de la populosa colonia Guerrero.
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Cristóbal Arias Gómez, coordinador general de la Casa Rivas Mercado, explicó que el hallazgo de los restos prehispánicos se hizo durante la supervisión de una obra pública a cargo del Sistema de Aguas de la CDMX y de la Secretaría de Obras y Servicios capitalina.
Mencionó que probablemente entre 1893 y 1897, cuando se construyó la residencia del arquitecto Antonio Rivas Mercado y su familia, se pudieron haber encontrado objetos similares a los que arqueólogos tuvieron acceso en días recientes.
Según el INAH, durante las labores de supervisión, iniciadas el 10 de mayo pasado, en las inmediaciones del Templo de San Hipólito se han localizado basureros de la época prehispánica, así como restos de pisos y muros del otrora complejo conventual, y una gran cantidad de vestigios arqueológicos de los periodos de contacto, colonial, decimonónico y del siglo XX.
Nancy Domínguez Rosas y Jimena Rivera Escamilla, investigadoras del INAH, indicaron que fue una sorpresa hallar los restos prehispánicos, debido a que las fuentes refieren que esta era una zona cenagosa de Cuepopan, uno de los barrios de Tenochtitlan.
Después, en la época virreinal se establecieron los potreros de San Fernando. A esto se sumaron las múltiples obras que modificaron el paisaje urbano, sobre todo, en el siglo XX.
Las arqueólogas señalaron que buena parte de los materiales proceden de dos basureros prehispánicos localizados en la calle San Fernando, localizada en la misma colonia Guerrero.
Parte de los desechos podrían estar relacionados con los ritos de la ceremonia del Fuego Nuevo, la cual marcaba la conclusión de un ciclo de 52 años y el inicio de otro en el calendario mesoamericano, momento en que los mexicas se deshacían de lo viejo para dar espacio a lo nuevo.
De esa basura sobrevivieron al paso de los siglos restos de malacates para hilar, navajillas y raspadores de obsidiana verde del Cerro de las Navajas (en el estado de Hidalgo), sellos, figurillas antropomorfas, cajetes, molcajetes y demás cerámica asociada a las fases Azteca III (1430-1500 d.C.) y Azteca IV (1500-1521 d.C.).
En supervisiones a una obra pública, en la #CDMX se hallaron dos basureros prehispánicos con restos de materiales de las fases Azteca. Se registraron 20 m de un piso y restos de muros asociados al Complejo Conventual de San Hipólito.#PrensaINAH: https://t.co/37DwTnbjT7 pic.twitter.com/yccvAnJTWO
— INAHmx (@INAHmx) August 25, 2021
Hallazgos en la colonia Guerrero incluyen el viejo paso de un tranvía
La coordinadora del proyecto, Nancy Domínguez, y su colega Jimena Rivera, comentaron que las excavaciones efectuadas varían en profundidad, conforme a los tramos donde se realiza la sustitución de drenaje.
En algunos tramos, debido a que el subsuelo ha sido alterado por trabajos previos, se puede llegar hasta los cuatro metros, y en otros solo bajan entre 40 y 60 centímetros.
Destacaron el descubrimiento de un piso relacionado con el conjunto conventual de San Hipólito, uno de los primeros edificios coloniales de la CDMX donde Bernardino Álvarez fundó el primer hospital psiquiátrico de América Latina, en 1567, que en el Porfiriato quedó reducido a una cuarta parte de su extensión original.
Fue sorprendente encontrar una fracción de piso del complejo conventual de San Hipólito. A una profundidad de 80 centímetros a 1.50 metros, empezó a salir un piso de lajas de cantera, de aproximadamente 20 metros de largo, asociado con bloques de lo que pudo ser un muro.
Como parte del Proyecto Salvamento Arqueológico San Hipólito también se han hallado fragmentos de cerámica vidriada como lebrillos, que dan cuenta de la actividad cotidiana del convento; además de lozas finas pintadas a mano, importadas de Europa, usadas por las familias de las residencias porfirianas a finales del siglo XIX.
Además, siete centímetros bajo el asfalto, en las calles de Violeta y Mina, se hallaron vías del tranvía que cruzó esta zona de la colonia Guerrero, entre 1856 y 1979.
Las especialistas informaron que está por concluirse la primera etapa correspondiente al trabajo de obra, y se continuará con las supervisiones que han atraído el interés de los vecinos de la colonia Guerrero.
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