Nos tenemos que proteger solos: Los impuestos no se retribuyen en seguridad y servicios públicos

Algo que está muy claro es que el dinero que el Gobierno nos quita en materia de impuestos no está funcionando para nuestra seguridad . A esto se suma el dinero de robos y extorsiones, además del pago de dispositivos para nuestra protección.

Este es el caso de Daniel, un empresario dueño de un gimnasio que prácticamente la mitad del dinero que obtiene de su negocio se le va en pagar impuestos.

Las ganancias que obtiene Daniel, como empresario dueño de un gimnasio, se van en pagar el impuesto sobre la renta (ISR) por sus ingresos; el IVA por lo que compra; el IEPS por algunos productos que vende a sus clientes; y por si no bastara, el impuesto sobre nómina por generar empleos, el cual recientemente aumentó.

“Totalmente, si somos estadísticamente de los países con mayores cuotas, es hasta risible y ya entramos en comicidad en esa parte… lo viéramos reflejado en seguridad, en alumbrados, en calles, en el gasto público, ahí no tendríamos problema”, asegura Daniel.

Otros empresarios como Daniel también tienen que pagar seguridad y en otros casos, hasta el llamado “impuesto criminal”, por ser víctima de extorsión o cobro de piso por parte del crimen organizado.

Daniel comenta que este tipo de impuestos oscuros no tendrían que ser pagados por la ciudadanía, pues con el pago de impuestos el Gobierno tendría que tener cubierto el alumbrado, la seguridad, las casetas, entre otros servicios públicos.

Sin embargo, la realidad es otra, ya que este empresario tiene que destinar parte de sus recursos para asegurar su protección, por ejemplo, con la instalación de cámaras de videovigilancia. Esto representa un gran gasto en aparatos de seguridad que bien podría destinar en comprar más equipo en el gimnasio o en contratar a más empleados.

Hoy, Daniel no sabe para qué sirven sus ingresos, si para un Gobierno que no retribuye los impuestos en servicios públicos y seguridad, o para tratar de contener la delincuencia.