Las políticas económicas adoptadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han encendido las alarmas en los mercados financieros de todo el mundo. Desde el pasado sábado, se comenzaron a aplicar nuevas tarifas del 10% a las importaciones, con la promesa de que el miércoles entrarán en vigor impuestos adicionales a productos procedentes de múltiples países, incluido el Reino Unido. La medida ha provocado una reacción inmediata en los mercados bursátiles y en la confianza de inversionistas globales.
Analistas en Londres advierten que las acciones del mandatario norteamericano están generando un clima de incertidumbre económica, donde los efectos ya se hacen sentir en las principales bolsas del mundo.
Las acciones tomadas por el presidente #DonaldTrump pueden llevar al mundo a un nuevo orden comercial, basado en el #proteccionismo y con productos a precios más altos.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) April 8, 2025
Es un sistema que amenaza al libre flujo de mercancías. Hoy, grandes empresas, entre ellas tecnológicas y… pic.twitter.com/PmwpZmvIFV
Impacto inmediato en los mercados internacionales
Wall Street abrió nuevamente en rojo este lunes, acumulando su tercer día consecutivo de pérdidas, con una caída cercana al 20% respecto a su punto más alto del año. Al mismo tiempo, las bolsas de Japón, Corea del Sur, Taiwán, Australia y Nueva Zelanda cerraron con fuertes pérdidas tras conocerse que el gobierno de Trump no retrasará la aplicación de las tarifas, incluso ante el desplome global de los mercados.
De acuerdo con Howard Lutnick, secretario de Comercio de EU:
“Definitivamente las tarifas se mantendrán vigentes durante días y semanas. No hay vuelta atrás.”
¿Una estrategia para fortalecer la industria o un paso hacia la recesión?
Desde la Casa Blanca, Trump defiende su política afirmando que las tarifas están diseñadas para revivir la industria manufacturera estadounidense y recuperar las fábricas perdidas:
“Vamos a tener un país económicamente fuerte de nuevo y vamos a tener esas fábricas que están vacías en todo Estados Unidos”, dijo.
Sin embargo, la mayoría de los economistas advierten que estas medidas podrían tener el efecto contrario. Expertos de JP Morgan Chase anticipan un incremento en la inflación y una disminución en la producción de bienes. Por su parte, Goldman Sachs elevó su previsión de una recesión en 2025 a un 45%, destacando que los efectos negativos podrían extenderse más allá de las fronteras estadounidenses.
Europa y Reino Unido observan con cautela
Desde el Reino Unido, las repercusiones también preocupan a empresarios y funcionarios. La dependencia comercial con EU, combinada con los aranceles transatlánticos, podría afectar a sectores clave como la tecnología, farmacéutica y manufactura ligera. Las advertencias sobre un posible aumento generalizado de precios comienzan a difundirse entre consumidores británicos.
El riesgo de una guerra comercial mundial no es solo un escenario hipotético: el incremento unilateral de tarifas, sin acuerdos previos multilaterales, pone en tensión la relación comercial con aliados estratégicos y revierte años de diplomacia económica.
Mientras la administración estadounidense se mantiene firme, el mundo entero observa con creciente preocupación el desarrollo de una estrategia que podría transformar un conflicto comercial en una recesión mundial.