¿Quién no recuerda la fotografía de la niña del napalm? En junio del 72, Kim Phùc, corría desnuda por las calles de Trang Bang, una aldea de Vietnam, tras ser alcanzada por el napalm que el ejército de Estados Unidos lanzó sobre la población.
La niña gritaba de dolor tras las quemaduras que estaba sufriendo en todo el cuerpo, y Nick Út plasmó este instante para siempre con su cámara fotográfica, mostrando al mundo la crueldad de la guerra. Así como aquella fotografía, cientos más han congelado momentos que han marcado historia. Y esta vez le tocó a México.
Una imagen que evidencia la crisis de desaparecidos en México
La imagen del montón de zapatos abandonados hallados hace dos semanas en el Rancho Izaguirre de Teuchitlán, ha estremecido a los mexicanos a tal grado de compararlos con las montañas de calzado que encontraban en los campos de exterminio nazis.
Lo ocurrido en Teuchitlán es una desgracia que, independientemente de quiénes sean o no los responsables, ha traído a la luz la gravísima crisis de desapariciones que México sufre.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, hasta este 18 de marzo, 124,830 personas están desaparecidas o no localizadas. De ellas, 61,293 fueron desaparecidas o no localizadas entre el 1 de diciembre del 2018 y el 18 de marzo del 2025.
Es decir, en el sexenio de AMLO y en los primeros cinco meses del de Claudia Sheinbaum, se ha dado el 49% del total de desapariciones y no localizaciones, que se registran por el gobierno desde 1952.
@aztecanoticias En el 'rancho del exterminio' en #Teuchitlán siguen encontrando objetos que pudieron pertenecer a desaparecidos. Al lugar han acudido familiares de personas extraviadas que identificaron algunas piezas que pudieran corresponder a su ser querido. Una nota de @ceciliacerna19 ♬ sonido original - Azteca Noticias
Desde biblias hasta mochilas: El peligro de normalizar la violencia
En el Rancho Izaguirre, no solo fueron los zapatos sino otros objetos personales que abonan a la sorpresa e indignación colectiva. Biblias, mochilas rotas, mensajes de despedida y los crematorios golpean por primera vez en años la mente de los mexicanos -tras una cotidianidad violenta que normalizó la desgracia-.
Pues no solo son objetos, sino la representación de miles de desaparecidos en las últimas décadas. Hijos, padres y hermanos que un día salieron de su casa para no volver jamás; personas que son buscadas por cielo, mar y tierra, independientemente de si se fueron voluntaria o involuntariamente.
Al día de hoy, no sabemos a ciencia cierta qué aconteció en el Rancho Izaguirre, pero, así como en otros eventos históricos en los que el poder de una imagen ha logrado repercutir en el desarrollo de los hechos, la divulgación de las fotografías de los artículos es la oportunidad para que la sociedad mexicana exija al gobierno que se ponga a trabajar, en lugar de echar culpas a sexenios anteriores