La historia de México está marcada por eventos climáticos extremos que han dejado huellas imborrables en su territorio y en la vida de sus habitantes. Entre estos fenómenos, los huracanes de categoría 5 ocupan un lugar especial, debido a su poder destructivo y a las devastadoras consecuencias que traen consigo.
Últimos huracanes categoría 5 que han azotado a México
Uno de los primeros huracanes de categoría 5 en azotar a México fue “Anita”, en 1977. Este poderoso ciclón tocó tierra en Tamaulipas, dejando a su paso un rastro de destrucción que incluyó la pérdida de vidas humanas y la devastación de comunidades enteras.
Posteriormente, en 1988, el huracán “Gilbert” se convirtió en uno de los más intensos jamás registrados en el Atlántico. Al impactar en la península de Yucatán, Gilbert dejó a su paso una estela de destrucción que afectó a varios estados del país. Miles de personas perdieron sus hogares y sus medios de subsistencia, y la economía regional sufrió un duro golpe.
En años más recientes, huracanes como “Dean” y “Patricia” han demostrado la vulnerabilidad de México ante estos fenómenos naturales. Dean, en 2007, causó daños significativos en la península de Yucatán, mientras que Patricia, en 2015, fue considerado el huracán más poderoso jamás registrado en el hemisferio occidental.
Un año del impacto del huracán “Otis” en México
Y en 2023, el huracán “Otis” se sumó a esta lista de ciclones devastadores. Con vientos de categoría 5, “Otis” azotó la costa del Pacífico mexicano, causando daños considerables y dejando a su paso una estela de destrucción.
Estos eventos climáticos extremos recuerdan la importancia de la prevención y la preparación ante desastres naturales . Las autoridades mexicanas han trabajado en los últimos años para fortalecer los sistemas de alerta temprana y mejorar los planes de emergencia. Sin embargo, los huracanes de categoría 5 siguen siendo una amenaza constante para el país.
La huella dejada por estos huracanes trasciende lo material. Las comunidades afectadas por estos fenómenos naturales llevan consigo las cicatrices de la destrucción y la pérdida. Sin embargo, también han demostrado una gran capacidad de resiliencia, levantándose de las ruinas y reconstruyendo sus vidas.
