Desde hace unas semanas, se han compartido por todos los medios los casos de meningitis ocurridos en Durango. Hasta hoy, ya son 23 las defunciones por esta enfermedad en dicha entidad, de las cuales, 22 han sido mujeres.
¿Y por qué la mayoría han sido mujeres? Porque se han contagiado de meningitis a través de anestesia local, la cual se utiliza para los partos vía cesárea y operaciones de menor riesgo.
En un principio, los síntomas podrían confundirse con alguna otra enfermedad, pues son comunes como los de una gripe. El problema es que estos malestares se agravan debido a que las meninges, membranas del cerebro, se inflaman y los pacientes empiezan a tener desequilibrios en su sistema cerebrovascular hasta tener daños irreversibles, o incluso morir.
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Para agravar aún más la situación, la meningitis que han contraído en Durango, es causada por el hongo fusarium solani, que afecta a plantas y otros seres vegetales, por lo que es escasa la información que hay de contagios en humanos, y es fecha que las autoridades no se explican cómo llegó a por lo menos 72 pacientes, porque según ellas, las anestesias fueron adquiridas antes de ser contaminadas.
Pero más allá de las cuestiones políticas, está la desgracia. Mujeres jóvenes, madres de niños pequeños, no solo cargan con la angustia de estar lejos de ellos, también ven su vida apagarse poco a poco, aunque no pierden la esperanza de una recuperación milagrosa, tal como sucedió con Evelyn Arrieta , una de las cinco pacientes que han superado la meningitis en Durango.
Han sido más de 70 casos confirmados por meningitis, entre los que también figuran niños, además de mujeres; y alrededor de 1,800 sospechas de contagio. Días de angustia no solo para los pacientes, sino también para sus familias, que no saben si volverán a ver a sus madres, hijas, hijos o nietos, que ven con impotencia, cómo su salud empeora con el paso de las horas.
Todo se ha dado en 4 hospitales privados de Durango: Hospital del Parque, Dikcava, San Carlos y Santé. Hasta ahora no hay ni un solo responsable detenido porque, para variar, los administradores y funcionarios de cada nosocomio andan prófugos, ¿pues no que el que nada debe, nada teme?
Es inaceptable la falta de humanidad y empatía que hay en las áreas de salud. Esto va más allá del típico lucro con el que doctores y farmacéuticas explotan la angustia de los pacientes, que ante el miedo de morir o agravar su situación, pagan todo lo que se les pide o se internan los “días que sean necesarios”, cuando en realidad no lo requieren.
Con un sistema de salud público que deja mucho qué desear, se recurre al hospital particular con el objetivo de ser mejor atendidos, pero viendo que los administradores ven a sus negocios como eso y no como un servicio, ¿ahora en quién se puede confiar?
