Hospital Juan Graham en crisis: Sin insumos básicos y con pacientes comprando su propio material médico
En el Hospital Juan Graham Casasús de Tabasco, pacientes enfrentan enfermedades y escasez de insumos médicos, debiendo conseguirlos por su cuenta.
En el Hospital de Alta Especialidad Doctor Juan Graham Casasús, uno de los más importantes del sureste del país en Tabasco, los pacientes no solo enfrentan enfermedades, también el desabasto de insumos médicos esenciales.
Gasas, guantes, marcapasos y hasta medicamentos básicos como analgésicos escasean, obligando a los usuarios a conseguirlos por su cuenta.
Las promesas del nuevo gobierno no se han cumplido
“Una gasa puede parecer poca cosa, pero sin ella no se puede operar. Así estamos”, denunció una enfermera del hospital. El personal médico, que ha lidiado con carencias en años anteriores, asegura que la situación actual es inédita. A pesar de las promesas de mejora con el nuevo gobierno, las condiciones no han cambiado, e incluso han empeorado.
Hace unos días, el hospital recibió un lote de guantes quirúrgicos, pero fueron rechazados por no cumplir con los estándares mínimos de calidad. El sindicato de salud respaldó esta decisión y recomendó a los familiares de pacientes llevar ellos mismos los insumos faltantes.
“Nos dan la receta, pero uno tiene que comprar lo que puede, lo demás no se consigue”, comentó Floricel Hernández, usuario del hospital. En muchos casos, como el del padre de María del Carmen Guzmán, los médicos han pedido a las familias adquirir equipo especializado por su cuenta. “Nos dijeron que si podíamos comprar el marcapasos, que lo hiciéramos, porque aquí no hay y no saben cuándo habrá”, relató.
Autoridades niegan crisis
Pese a las quejas, las autoridades aseguran que el desabasto no representa una crisis. “Es solo un 30%”, afirmó Adalberto Pérez Lanz, coordinador del IMSS-Bienestar en Tabasco. Pero para quienes viven con dolor, el porcentaje es irrelevante.
El hospital, que atiende a pacientes de Tabasco, Chiapas y Campeche, se ha convertido en un reflejo preocupante del sistema de salud: instalaciones de alta especialidad sin recursos mínimos para operar. Mientras las cifras oficiales intentan calmar las aguas, en los pasillos del Juan Graham la realidad es otra: más de una vida depende de una gasa que no está.