Dejan a pacientes con cáncer a la deriva en Tabasco; hay 150 esperando radioterapia
El Hospital Juan Graham Casasú en Tabasco dejó de realizar radioterapias para pacientes con cáncer porque se descompuso el aparato y no hay uno nuevo.
Desde el 9 de enero, los pacientes con cáncer en Tabasco enfrentan una crisis sin precedentes debido a la falta de radioterapia en el Hospital Juan Graham Casasús, uno de los principales centros de atención médica de alta especialidad en el estado. La situación se ha vuelto insostenible para muchos, que se ven obligados a buscar atención en otras ciudades, enfrentando costos adicionales que muchos no pueden afrontar.
Aparato que se usa para radioterapias se descompone
El problema comenzó cuando el acelerador lineal, el equipo crucial para realizar radioterapias, dejó de funcionar. A pesar de que empleados del hospital aseguran que el aparato podría ser reparado, las autoridades del IMSS Bienestar decidieron adquirir uno nuevo, lo que ha suspendido las radioterapias por más de un año. Esta decisión ha sido criticada por dejar a los pacientes sin acceso a un tratamiento vital.
🚨 Crisis en #Tabasco | Pacientes con cáncer enfrentan un grave desabasto de tratamientos desde enero, tras la descomposición del acelerador lineal para hacer radioterapias. Los pacientes son enviados a Chetumal o a Campeche para recibir sus radioterapias, pero pagando su… pic.twitter.com/QrKT2j5Bmx
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) March 26, 2025
La falta de radioterapia ha afectado gravemente a los pacientes, muchos de los cuales no tienen los recursos para viajar a otras ciudades como Chetumal o Campeche, donde se les ofrece atención alternativa. Sin embargo, deben costear ellos mismos los gastos de transporte, hospedaje y alimentación, lo que es imposible para la mayoría. Esto ha llevado a una situación desesperante, donde muchos se ven obligados a resignarse a no recibir el tratamiento adecuado.
Hay 150 personas con cáncer esperando su tratamiento
Los empleados del hospital han denunciado que la decisión de no reparar el acelerador lineal y esperar a que llegue uno nuevo ha sido devastadora. Afirman que esto equivale a un “genocidio” contra las personas pobres que padecen cáncer, ya que no tienen forma de acceder a tratamientos alternativos. La situación ha generado un clima de desesperanza entre los pacientes y el personal médico.
Actualmente, alrededor de 150 pacientes esperan una radioterapia que no pueden recibir. La falta de acceso a este tratamiento ha llevado a muchos a despedirse de sus médicos y enfermeras, sintiendo que no hay esperanza para ellos. La situación es particularmente crítica para aquellos que no pueden costear los gastos asociados con viajar a otros centros de atención.
La reparación del acelerador lineal o la adquisición de uno nuevo debe ser priorizada para restablecer los servicios de radioterapia lo antes posible. Además, se deben implementar soluciones para ayudar a los pacientes a cubrir los costos de transporte y hospedaje si deben viajar a otros centros de atención.