Un hombre resultó asesinado cuando se dirigía a su trabajo en la ciudad de Comayagüela, Honduras, durante la mañana del 2 de septiembre. El violento altercado se originó debido a que el joven por accidente chocó contra un automovilista, por lo que autoridades investigan el caso.
¿Qué se sabe del asesinato en Comayagüela, Honduras?
De acuerdo con autoridades hondureñas, el hombre identificado como Jacobo Salinas circulaba por una de las avenidas de Comayagüela con rumbo a su trabajo, cuando chocó contra el automóvil de Osmán Reyes “N”, frente a las oficinas del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA),
De acuerdo con autoridades, la colisión entre los conductores inició con una discusión acalorada, pero de un momento a otro Osmán Reyes “N” apuntó con un arma de fuego y atentó contra la vida de Jacobo Salinas.
Al darse cuenta de lo ocurrido, Osmán Reyes quiso reparar el daño al pedir auxilio para el joven que agonizaba sobre la acera, mientras vecinos intentaban ayudarlo. No obstante, el intento fue en vano, ya que Jacobo Salinas perdió la vida mientras era trasladado a un hospital cercano.
¿Qué pasó con el responsable del asesinato en Comayagüela, Honduras?
Osmán Reyes “N” se entregó personalmente a las autoridades tras el asesinato del joven; el presunto responsable fue visto llorando y pidiendo perdón, según lo que narraron testigos.
La policía de Honduras señaló que se comenzó con las investigaciones correspondientes en contra de Osmán Reyes “N” para determinar su situación jurídica, además de que debe cubrir los gastos funerarios del hombre asesinado.
La audiencia de Osmán fue fijada para el 16 de septiembre de 2024, y será ese día que el presunto culpable deberá aportar las pruebas necesarias para su liberación, detalló Bárbara Castillo, vocera de los juzgados capitalinos de Honduras.
¿Cómo se castiga el homicidio culposo en Honduras?
En Honduras se considera como homicidio culposo cuando se produce la muerte de una persona debido a una acción imprudente o negligente. Este delito puede conllevar penas menores, siempre y cuando se demuestre que el acto no fue premeditado o se atacó directamente a servidores de cargos públicos, según lo que establece el Código Penal.
Las penas por este delito se castigan de 3 a 5 años de prisión, además de una multa que oscila entre los cinco mil a diez mil lempiras hondureños, que equivalen a cuatro mil y ocho mil pesos mexicanos.
