Este día estoy de luto y se los confieso. Murió alguien muy cercano a mí sin ser parte de mi familia, un amigo, que nunca me conoció como su amigo personal, pero que lo fue, un compañero que me acompañó muchas veces sin él saberlo, y un hombre a quien yo conocí mucho más de lo que él me conoció a mí durante su vida.
Hablo del novelista peruano Mario Vargas Llosa que falleció ayer domingo en Lima...
Al escritor le debo horas de asueto, horas de aprendizaje, momentos de inspiración en la vida, y muchas cosas más.
Por eso digo que fue cercano a mí sin él saberlo, de la misma forma en que fue cercano a millones de lectores a los que él nunca conoció. Les digo que fue un amigo que me acompañó, porque muchas veces tuve sus libros, con sus pensamientos bajo el brazo, o junto a mí cama. Por eso digo que yo lo conocí mucho más de lo que él me conocía porque este conocimiento fue a través de sus obras, Conversación en La Catedral, La ciudad y los perros - La fiesta del Chivo.
Con la lectura de todo lo que él escribió, llegamos todos a conocerlo.
El periodismo me llevó a Londres y conocer a Mario Vargas Llora y a otros dos gigantes de la literatura hispana
Hoy doy gracias por tener esta profesión maravillosa que ha sido tan bondadosa conmigo.
En 1992, ya suena como hace una eternidad, Univisión, la cadena de Televisión perdió a su corresponsal en Londres. Emilio López Méndez era un veterano periodista español a quien se llevó una fulminante embolia cerebral. Fue entonces que la cadena de televisión me pidió reemplazar a Emilio por unos meses. Para Univisión, yo ya cubría Washington, y la Casa Blanca de Bill Clinton, y Londres me pareció un cambio de paso interesante, y acepté.
En Londres un día busqué al escritor mexicano, Carlos Fuentes, a quien ya había entrevistado varias veces en mí programa de “Temas y Debates en Washington”. Al maestro Fuentes, que hace algunos años partió también, lo llevo aun en el corazón, por su esplendidez, por su calidad humana y porque con esos atributos tan suyos me abrió las puertas de su casa en Knightsbridge, un exclusivo vecindario londinense. En 1993, lo que era entonces, la Comunidad Económica Europea propuso eliminar la letra "ñ" de los teclados de escritura, con el objetivo de uniformar los teclados de las computadoras y simplificar la escritura de todos los países de la comunidad.
Bueno, el mundo hispano se volvió loco. Fue entonces que Carlos Fuentes me dio los teléfonos y las direcciones de Mario Vargas Llosa y de Guillermo Cabrera Infante, el gran escritor cubano, los tres vivían muy cerca uno del otro en el mismo vecindario en Londres.
Fue entonces que los conocí y los traté a todos. Una experiencia en mi vida que nunca olvidaré... Vargas Llosa me contó muchas historias, y supe entonces que además de la política... le interesaba-- la vida sexual de los hipopótamos.
Solamente a un genio como él le llegaban ocurrencias de eso, de genio.
Muchas gracias, maestro por habernos dado todas esas lecturas y por dejarnos ver el mundo a través de sus ojos.
¡Un legado imborrable! Mario Vargas Llosa y su huella en las letras
La herencia literaria de un gran latinoamericano
En fechas como esta, es humano tratar de discernir acerca de la gran obra de alguien tan importante para la lengua que hablamos más de 574 millones de personas en este planeta.
No se puede fácilmente señalar una única obra de Mario Vargas Llosa como “la más importante”, o “la más influyente en las letras hispanas”, porque su producción literaria es muy vasta y yo, con licencia de ustedes, y quitándome la pasión del corazón y los ojos, digo que cada una de sus novelas contribuyó de manera significativa a la literatura en español y a la literatura universal.
Habiendo dicho lo anterior, yo debería abundar argumentando que algunas de sus obras son consideradas fundamentales por su impacto, por su innovación y por la profundidad de los temas que abordan. Empecemos con:
La ciudad y los perros (publicada en 1963)
Esta fue su primera novela y marcó un punto de inflexión en la narrativa latinoamericana. Se le considera una de las obras que inició el llamado, “Boom Latinoamericano”, que introdujo técnicas narrativas modernas y una visión crítica de la sociedad peruana. Dicen los que saben que por eso tiene un impacto fundacional, este es como un cimiento en donde muchas obras más se han construido, palabra por palabra, como si fueran ladrillo sobre ladrillo.
Hoy recuerdo a Vargas Llosa por abordar con claridad y sin tapujos lo que eran en Latinoamérica los temas tabúes. Para esa época de los años 60’s no era común hablar con voz fuerte y firme de cosas adelantadas a su época: como la violencia del poder público excesivo, la corrupción, la jerarquía social y la homosexualidad. Vargas Llosa escribió además sobre un entorno militar, con un lenguaje crudo, realista y para esos años muy valiente.
Por eso hoy se habla de que sus temas eran innovadores. Los críticos literarios le llaman, “Experimentación narrativa”. Eso se debe a que Vargas Llosa utilizara múltiples voces, saltos temporales y un montaje de escenas que rompían con la linealidad tradicional.
Todas esas nuevas virtudes literarias influyeron en muchos escritores posteriores. ¿Se da usted cuenta del valor que eso tiene? Recordemos también:
Conversación en La Catedral (de 1969)
Recuerdo haber leído que era una novela que los críticos llamaban “Una profunda ambiciosa exploración política y social”, y lo recuerdo porque muchos la llamaban su obra maestra. Esta novela ofrece un retrato profundo y complejo de la dictadura de Manuel A. Odría en Perú y cómo eso permeó todos los niveles de la sociedad, corrompiendo las relaciones personales e institucionales. ¿A cuántos otros gobiernos de cuantos otros países podríamos agregar a esa lista?
A los escritores hispanos les llama la atención lo que dicen era la, “complejidad estructural de una narrativa”, que en el caso de Vargas Llosa era, dicen; “innovadora y desafiante al mismo tiempo”. Si eso lo tomáramos como una lección para los escritores podríamos interpretar que los diálogos entrelazados del Maestro Vargas Llosa saltan en el tiempo y el espacio, y con eso reflejan lo que en Perú era la confusión y la opresión del final de los años 60 ‘s.
Cuántas veces hemos ajustado las famosas palabras iniciales de Conversación en la Catedral diciendo, “¿En qué momento se había jodido el Perú?”, y la hemos usado para otros países y para otras sociedades, en tiempos distintos. Aún hoy día la usamos cuando tratamos de plantear una pregunta central sobre el destino de un país. Hoy se ajusta a México... o al mismo Estados Unidos.
Recuerdo haber platicado con otros escritores que coincidían con Vargas Llosa, de que si él hubiera estado presente en un incendio, “Conversación en la Catedral”, hubiera sido la obra que el autor hubiera tratado de rescatar del fuego.
La fiesta del Chivo (del año 2000)
Esta novela nos dio una visión poderosa y visceral de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en la República Dominicana. A través de múltiples perspectivas, incluyendo la de la hija de un antiguo allegado al dictador, y la de los propios asesinos, Vargas Llosa desentraño los mecanismos del poder absoluto, la crueldad y el miedo que genera un régimen totalitario.
Hoy lo recordamos porque como lectores, Vargas Llosa nos sumergió en el ambiente opresivo de la dictadura en un país latinoamericano. Años después, aún nos hace reflexionar sobre porque, solo en Latinoamérica podría haber existido alguien tan brutal como “el Chivo Trujillo”.
Hoy lector, quiero rendir honor, si usted me permite, con una muy personal alabanza al hombre y al escritor mencionando algunas de sus otras novelas como La casa verde, La tía Julia y el escribidor, La guerra del fin del mundo, y con especial dedicación La ciudad y los perros.
Para cerrar, no puedo dejar de mencionar la “evolución política”, de un gran latinoamericano.
Las opiniones políticas de Vargas Llosa experimentaron una notable transformación. Inicialmente, como buen latinoamericano mantuvo posturas de izquierda, e incluso expresó su apoyo a la Revolución Cubana.
Sin embargo, gradualmente se inclinó hacia el liberalismo, abogando por el libre mercado, las libertades individuales y un gobierno limitado. Este cambio estuvo influenciado más, por sus experiencias y observaciones sobre regímenes autoritarios.
La candidatura presidencial de Vargas Llosa
En 1990, Vargas Llosa se postuló a la presidencia del Perú como líder de la coalición Frente Democrático (FREDEMO).
Su campaña se basó en una plataforma de reformas económicas liberales.
Nuestro héroe literario, perdió las elecciones ante Alberto Fujimori. Ese hecho, creo que naturalmente tuvo un impacto en sus opiniones políticas, y lo vimos y lo sentimos y lo leímos en las expresiones de sus más recientes convicciones políticas que impregnaron siempre su obra.
Por eso, muchas de sus novelas exploraron temas de poder, corrupción y los peligros del autoritarismo. Y por eso el hombre, más que el político, se mantuvo como un firme crítico de los regímenes autoritarios. Y “Ojo” eso fue a lo largo de toda su vida.
La trayectoria política de Vargas Llosa fue compleja, y su deseo de liderar el Perú reflejó su profundo compromiso con sus ideales políticos.
Por todo lo anterior hoy le pido que me acompáñeme.
Todos juntos... Digamos Réquiem... por Mario Vargas Llosa.