La seguridad durante inundaciones es un tema crítico , especialmente en regiones propensas a fuertes lluvias. En días recientes, en España, se vivió una tragedia, donde la fuerza de la naturaleza dejó caer su furia tras la presencia de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) en varias regiones, principalemente en Valencia, provocanso graves daños materiales y varias pérdidas humanas. Durante este fenómeno meteorológico, muchas personas buscaron refugiarse en sus vehículos, sin saber que a pesar de estar en el interior de la unidad, peligros se mantienen latentes y puede ser una trampa mortal. Ante esta situación, es importante conocer los riesgos asociados con permanecer dentro de un automóvil durante una inundación. Es esencial conocer hasta qué punto es seguro estar en un auto, ya sea manejando o estacionado, y qué altura del agua puede comprometer su estabilidad.
¿Es seguro estar dentro del auto durante una inundación?
Permanecer en el interior de un vehículo durante una inundación puede ser extremadamente peligroso a pesar de ofrecer cierta protección inicial, y es fundamental entender hasta qué punto esto puede ser seguro. Según la Asociación Americana de Automóviles (AAA), cuando el nivel del agua alcanza aproximadamente entre 25 y 30 centímetros, el riesgo de que un automóvil sea arrastrado por la corriente aumenta drásticamente. Esta altura es suficiente para que incluso vehículos más grandes, como SUV y camionetas, pierdan estabilidad y sean desplazados por la fuerza del agua.
La Federal Emergency Management Agency (FEMA) también advierte que si el agua sube por encima del umbral de las puertas, puede ser casi imposible abrirlas debido a la presión externa, atrapando a los ocupantes dentro del vehículo.
Por lo tanto, en situaciones de inundación, se recomienda encarecidamente evacuar el vehículo si el agua comienza a subir rápidamente, priorizando siempre la seguridad personal sobre la protección del automóvil.
¿Cuál es el riesgo de estar en un auto durante una inunedación?
Los vehículos están diseñados para resistir en movimiento profundidades de agua, en general, de hasta 20 a 25 centímetros a baja velocidad. Sin embargo, si el nivel del agua supera esta altura, el riesgo de que el automóvil sea arrastrado por la corriente aumenta considerablemente.
La forma y el diseño del vehículo influyen en cómo interactúa con el agua. Cuando un vehículo se encuentra en una corriente, la forma aerodinámica puede permitir que el agua fluya alrededor y debajo del mismo, creando una especie de “efecto de flotación”. Este fenómeno se intensifica si el agua alcanza el nivel del eje del vehículo, donde la fuerza del agua puede ser suficiente para levantarlo y moverlo, independientemente de su peso. Si la dinámica del agua es poderosa; puede empujar un vehículo hacia un lado o incluso volcarlo si las condiciones son lo suficientemente extremas.
También, el hecho de permanecer dentro del auto mientras está estacionado también conlleva riesgos. Si el agua comienza a acumularse rápidamente alrededor del vehículo, puede entrar por las puertas o ventanas; cuando esto sucede, la presión del agua exterior puede dificultar la apertura de las puertas, atrapando a los ocupantes dentro. En situaciones críticas, esto puede convertirse en una trampa mortal si el nivel del agua sigue subiendo y no se puede salir.
Al mismo tiempo, si el agua entra al interior del vehículo, puede afectar los componentes eléctricos y mecánicos, dejándolo inservible.
