Game of Thrones es una de las series de fantasía más recordadas alrededor del mundo; sin embargo, recientemente Hannah Waddingham dio a conocer que padece de claustrofobia crónica tras rodar una escena de la serie. Fuerza Informativa Azteca (FIA) te dice qué es este padecimiento, además de cómo lo ha sobrellevado la actriz.
Hannah Waddingham acudió al programa “The Late Show”, donde habló sobre problemas en su salud que sufrió desde que grabó una escena en Game of Thrones; la actriz aseguró que no se había dado cuenta de que tenía una situación hasta que vio una escena de un actor en el agua que le hizo entrar en pánico.
¿Qué es la claustrofóbica crónica?
La claustrofobia es un trastorno psiquiátrico donde las personas tienen un miedo irracional a los espacios cerrados, como habitaciones pequeñas, elevadores, túneles, sótanos, coches, generando fobia y ansiedad, por lo que se evita estar en una de estas situaciones a toda costa.
Cuando un trastorno se vuelve crónico, significa que a que continúa durante un periodo de tiempo prolongado.
¿En qué escena Hannah Waddingham generó claustrofobia?
La actriz que le dio vida a Septa Unella, contó que en una ocasión, su personaje es torturado por Cersei Lannister, interpretada por Lena Headey. En esta, la mujer es sometida a un ahogamiento simulado con vino durante 10 horas, a lo que Waddingham contó que lo pasó realmente “muy mal”, ya que estuvo atada durante más de 10 horas con correas de cuero, por lo que su cuerpo no tenía movilidad.
Game Of Thrones’ Lena Headey described filming Unella’s waterboarding scene:
— Screen Rant (@screenrant) June 25, 2021
Headey said she felt bad for having to do the scene, so she tried to aim away from Hannah Waddingham's mouth when she poured the wine onto her covered face.https://t.co/E2Jffzz5Wq pic.twitter.com/Mgvqk4yj1E
“No podía levantar la cabeza porque se notaría demasiado que estaba floja. Tenía jugo de uva por todo el pelo y se me puso morado, no podía hablar porque La Montaña me tapaba la boca con la mano mientras yo gritaba y tenía marcas de correas por todo el cuerpo como si me hubieran atacado”.
Explicó que fue uno de los peores días de su vida. “Después del parto, fue el peor día de mi vida”, aunado a ello, dijo que llegó a pensar que ella no había firmado el papel para eso.
Pero el mal rato no terminó ahí, pues ella explicó durante la entrevista que la claustrofobia crónica persiste todavía.