Restos de madera que pudieron pertenecer a un bergantín de la flota que Hernán Cortés utilizó para la conquista de Tenochtitlan en 1521, fueron localizados por arqueólogos del INAH en Chalco, cerca de los límites con Ixtapaluca, Estado de México.
Se trata de siete bloques de madera de un metro de largo, por 25 centímetros de espesor y entre 30 y 40 centímetros de ancho. Los vestigios fueron ubicados a 2.5 metros de profundidad, e indican la existencia de una aldea que estuvo situada a la orilla noreste del antiguo lago de Texcoco.
Cronistas españoles y mexicas narran que durante la Conquista, antes del ataque final a Tenochtitlan, Cortés mandó construir 12 bergatines para botarlos en el lago de Texcoco. El capitán ya no contaba con naves, ya que durante su estancia en Veracruz en 1519, habría mandado hundir los barcos para que los soldados españoles no regresaran a Cuba, y decidieran acompañarlo en su marcha hacia la ciudad de los mexicas.
Qué es un bergantín y qué papel tuvo en la Conquista
El trabajo fue encargado al carpintero Martín López, originario de Sevilla. Fue ayudado por indígenas tlaxcaltecas y algunos españoles. La madera fue transportada desde Tlaxcala a Texcoco, y las piezas de hierro fueron las mismas que se le extrajeron a los barcos hundidos en Veracruz.
El bergantín es una embarcación de dos palos, utilizadas para la vigilancia de costas, transporte, correos y maniobras militares. Se trata de naves veloces y ágiles en la maniobra, que resultaron perfectas para asaltar Tenochtitlan desde el lago.
El ataque a la ciudad capital inició el 22 de mayo de 1521. Equipados con cañones, los bergantines causaron grandes estragos en las tropas mexicas que defendían valientemente su ciudad.
Y es que aunque la alianza con los tlaxcaltecas y la peste de viruela se pueden considerar como factores clave para la caída de Tenochtitlan, el ataque a la isla con los bergantines también influyó para la consquista de Cortés, quien consiguió la victoria el 13 de agosto de 1521.
El hallazgo de las maderas se realizó durante los trabajos de salvamento en las obras del trolebús Chalco-Santa Martha, en un predio que alojará al edificio terminal de este sistema de transporte.
Además de los restos de madera, el equipo de arqueólogos, encabezado por Hervé Monterrosa Desruelles y Ricardo Arredondo Rojas, también recuperó material cerámico del periodo Posclásico tardío, entre 1325 y 1521 DC, y durante los primeros años posteriores a la Conquista.
Según el arqueólogo Guillermo Hernández García, los maderos presentan una curvatura en su parte externa, tienden a ser convergentes y lucen otra curva menos pronunciada, en su parte interna.
Los restos también pueden pertenecer a un dique: INAH
“Los extremos se observan casi rectos a modo de muesca, al parecer con la finalidad de funcionar como límite de algún objeto de similares dimensiones”, señaló.
Estas características hacen suponer que pertenecen a la estructura de una embarcación tipo bergantín, que navegó en el lago luego de la conquista de Tenochtitlan en 1521 y que habría sido construido por Martín López.
Sin embargo, no se descarta que se trate de bloques de madera colocados para un dique o encalladero, utilizado para canoas de esta aldea ubicada en la ribera del lago.
Los vestigios encontrados están resguardados en un laboratorio del proyecto ubicado en Chalco y serán sometidos a un proceso de conservación preventiva y estudios para tener certeza de su origen, incluyendo la madera a la que pertenecen. (Con información de INAH)