¡Imploran por las lluvias! Habitantes recurren a ritual prehispánico ante grave sequía en Hidalgo; dejan ofrenda de tamales
En la comunidad de Cuapaxtitla, en Huejutla, Hidalgo, pobladores acuden a su fe para que las lluvias hagan frente a las sequías.
Ante la inclemente sequía que azota a la región, en la comunidad de Cuapaxtitla, en Huejutla, Hidalgo, pobladores acuden a su fe para que el agua deje de ser un problema.
A través de un ritual prehispánico que dura nueve días, y que es encabezado por los siete niños más grandes de cada familia, los cuales son vestidos con atuendos indígenas náhuatl, se busca que el vital líquido regrese a la zona.
La ceremonia, que es encabezada por un hombre al que conocen como rezandero, se realiza donde antes corría el caudal del río, pero donde ahora, ante la sequía extrema, únicamente quedan las piedras.
En este ritual, familias enteras hacen un círculo y realizan rezos a San Isidro Labrador frente a un pequeño e improvisado altar. La fe los une, la necesidad los mantiene y la esperanza los ha traído hasta acá, pues es la peor sequía en la historia y están a punto de quedarse sin agua.
“Pues aquí, como vieron, ya hice la ofrenda, es un rezo que se hace durante nueve días, en el último se le agradece a la madre tierra. Con un tamalito, con una pequeña ofrenda, dándole gracias a la madre tierra, a la naturaleza para que nos manden las benditas lluvias”, señaló el rezandero Osvaldo Hernández Martínez.
#Hidalgo | Habitantes realizan un ritual prehispánico por el agua, unidos por su ideal y con rezos que duran nueve días. Llevan comida para ofrecerlos como parte de la ofrenda y agradecen a la madre tierra.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) June 12, 2024
@herreleo con el reportaje. pic.twitter.com/6ecsL8Fpsl
Los habitantes no han faltado un sólo día, todos están entregados, con convicción a lo último que les queda. Han llevado comida para entregarla como parte de la ofrenda.
“Se ofrece un tamal, bueno, son tamales grandes, refrescos, veladoras para darle gracias a la madre tierra, la madre naturaleza que interceda por nosotros para que vengan las benditas lluvias”, agregó Hernández Martínez.
Confían en que la madre tierra los escuchará desde esta comunidad, porque las mismas autoridades ya pidieron una declaratoria de emergencia porque las fuentes de abasto se han agotado.
Así que cubetas en mano, en náhuatl y en castellano, estos pequeños, sus familias y este hombre tiene la fe puesta en que sus plegarias serán escuchadas y el agua volverá a llenar este caudaloso río, pues de lo contrario, la crisis será mayor en cada hogar donde viven con menos de 20 litros al día y soportan 40 grados de temperatura.
