Una deuda millonaria y un servicio limitado que no cumplió; la realidad del gas del bienestar

Gas Bienestar, también conocido como “Gas del Malestar”, es un ejemplo más de los errores y falta de planeación del gobierno anterior, ¿en qué falló?

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Finanzas

Por: Felipe Vera

Con información de: César Méndez

El programa Gas Bienestar, impulsado por el gobierno anterior bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se ha convertido en uno de los ejemplos más claros de malgasto de recursos públicos y falta de resultados.

Iniciado en 2021 con la promesa de abastecer gas LP a precios accesibles en la Ciudad de México y posteriormente en todo el país, este proyecto ha demostrado ser un fracaso rotundo, dejando una deuda millonaria que los contribuyentes siguen pagando.

Una inversión millonaria sin resultados

Según datos de Pemex Logística, se invirtieron 540 millones de pesos solo para iniciar el proyecto, además de 1,298 millones de pesos en la renovación de tanques de almacenamiento en la capital.

A pesar de estos desembolsos, Gas Bienestar no ha logrado cumplir con sus objetivos. Tres años y siete meses después de su lanzamiento, el programa sigue limitado a unas cuantas alcaldías de la Ciudad de México, sin expandirse a otras regiones del país como se había prometido.

Camiones parados y sin clientes

Uno de los problemas más evidentes es la falta de demanda. En calles de Xochimilco y otras partes de la ciudad, es común encontrar camiones de Gas Bienestar detenidos, sin clientes que requieran sus servicios.

Esto refleja una mala planeación y un desconocimiento del mercado, ya que antes de su creación ya existían más de 6,500 distribuidores de gas LP en el país. Oscar Ocampo, coordinador de Energía y Medio Ambiente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señala que este hecho es una muestra clara del fracaso del proyecto.

Opacidad y falta de transparencia

Otro aspecto criticado es la opacidad en el manejo de recursos. Gas Bienestar opera como una filial de Petróleos Mexicanos, lo que le permite evadir la obligación de transparentar sus costos, inversiones y gastos operativos. A pesar de contar con 109 camiones, 615 empleados y 1,680 rutas en la capital, no ha generado ganancias y sus pérdidas son absorbidas por el erario público.

Un programa que no beneficia a los más necesitados

Uno de los objetivos principales del programa era llevar gas LP a precios accesibles a las comunidades de bajos ingresos. Sin embargo, expertos como Susana Cazorla, analista en temas energéticos, destacan que este servicio no ha llegado a los estados más necesitados, como Oaxaca, Guerrero y Chiapas. En lugar de cumplir con su propósito, Gas Bienestar se ha convertido en un proyecto que beneficia a unos pocos mientras el resto del país asume los costos de su fracaso.

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