Este lunes, el Parlamento de Gambia rechazó un proyecto de ley que buscaba derogar la prohibición de la mutilación genital femenina, una práctica que el país determinó como ilegal en 2015.
Luego de cuatro meses desde que se propuso la iniciativa, finalmente los legisladores acabaron los debates que dividieron a mujeres , aldeas, familias y al propio Parlamento.
Incluso, el proyecto de ley generó una gran preocupación para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ya que en caso de haber aprobado la iniciativa, Gambia se hubiera convertido en el primer país en el mundo en derogar la prohibición de la mutilación genital (MGF).
Today, we commend The Gambia's decision to uphold the ban on Female Genital Mutilation (FGM).
— UNICEF (@UNICEF) July 15, 2024
This decision reaffirms the country's commitment to human rights and gender equality, protecting the health and well-being of girls and women.
Ley (Enmienda) de Mujeres de 2024: proyecto para despenalizar la mutilación genital
En marzo de 2024, diputados del Parlamento de Gambia presentaron la iniciativa “Ley (Enmienda) de Mujeres de 2024”, con el propósito de despenalizar la mutilación genital femenina bajo el argumento de ser una práctica cultural, muy arraigada a las costumbres religiosas del país africano.
Lo que provocó un descontento entre activistas, ya que de acuerdo con cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef ), el 73% de las mujeres y niñas de entre 15 y 49 años en Gambia, han sido sometidas a este procedimiento. Lo que implicaría un retroceso en favor del bienestar de las mujeres de dicho país.
Por lo que este lunes, 33 diputados rechazaron la reforma legal contra 19 legisladores que votaron a favor; lo que conllevó a la Asamblea Nacional de Gambia a desestimar una tercera lectura y desechar el proyecto de ley.
¿Qué es la mutilación genital femenina?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la mutilación genital femenina como una práctica que implica la extirpación total o parcial de los genitales externos de la mujer con fines no médicos. Se practica sobre todo en niñas que se encuentran entre la edad infantil y los 15 años.
Esta práctica es considerada un rito de transición hacia la vida adulta en algunas comunidades africanas, por lo que la ONU estima que, al menos 200 millones de niñas y mujeres de países de África y el Medio Oriente, las han sometido a estos procedimientos, así como en algunos países de Asia y América.
No obstante, la
ONU
también señala que la mutilación genital femenina puede provocar graves problemas de salud, como infecciones, hemorragias, infertilidad y complicaciones en el parto, por lo que más allá de ser una práctica ancestral, también se relaciona a procedimientos que violan los derechos humanos de las mujeres, pero fundamentalmente de las niñas.
