PEKÍN.- Los precios de producción de China se redujeron en agosto a su ritmo más rápido en tres años, adentrándose más profundamente en terreno deflacionario y aumentando la urgencia de que Pekín redoble sus estímulos económicos mientras se intensifica la guerra comercial con Estados Unidos.
El Índice de Precios de Productor (IPP) de China cayó en agosto un 0,8% con respecto al mismo mes del año anterior, ampliando la caída del 0,3% registrada en julio. La cifra supone la peor contracción interanual desde agosto de 2016, según los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas publicados el martes.
La reducción de agosto se debió principalmente a la debilidad de los precios de las materias primas, especialmente de la energía y los metales.
Los analistas encuestados por Reuters esperaban que el índice se redujera un 0,9%, enlazando el segundo mes consecutivo de caídas.
Los analistas afirman que la caída de la demanda interna y externa está obligando a algunas empresas chinas a recortar los precios para lograr nuevos pedidos o a reducir la producción con el fin de contener los costes, reduciendo así unos beneficios ya de por sí escasos y disminuyendo aún más la confianza de la industria.
