Científicos de la UNAM advirtieron que en los primeros meses de 2022, el fenómeno de La Niña podría causar sequías en algunas zonas de México, como las que ocurrieron en 2021.
Christian Domínguez, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, informó que los pronósticos climáticos indican que en los siguientes meses se podrían presentar condiciones del fenómeno de La Niña.
Desde este octubre, la Organización Meteorológica Mundial declaró que nos encontramos en condiciones de ‘La Niña’ y se espera, para los siguientes meses, que se desarrolle desde manera moderada hasta intensa, por lo que otra vez podríamos tener condiciones de sequía desde el norte hasta el centro del país; se podría repetir la historia que ocurrió en diciembre 2020 y enero-abril de 2021.
Sin embargo, la científica de la UNAM explicó que las lluvias registradas durante el 2021 permitieron tener las presas llenas y estar listos para la siguiente temporada de sequías, que inicia de diciembre de este 2021 y se prolonga hasta mayo de 2022.
“Esta temporada de lluvias ha sido benéfica para el país porque tenemos las presas llenas y estamos listos para lo que nos espera en la siguiente temporada; porque si vamos a tener menos precipitaciones de lo que normalmente se espera, vamos a enfrentarnos a condiciones de sequía”.
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— Sala de Prensa UNAM (@SalaPrensaUNAM) December 23, 2021
¿Qué es el fenómeno de La Niña?
De acuerdo con la científico de la UNAM, el fenómeno de La Niña son anomalías de temperaturas muy frías que se registran en la superficie del mar del Pacífico Tropical y es parte de un fenómeno natural llamado El Niño-Oscilación del Sur (ENSO, por sus siglas en inglés). “La Niña” es la fase negativa (fría).
El fenómeno La Niña o el Niño se descubrió a principios de 1900 y desde entonces se estudia la influencia en el clima mundial.
La científica de la UNAM explicó que con esta información permitirá a las autoridades tomar decisiones con bases científicas sobre la manera en que gestionarán el uso del agua, para evitar afectaciones en las personas y las comunidades.
Ya que de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se calcula que 14.2 por ciento del líquido nacional se destina al consumo humano y 76.7 por ciento a la agricultura y la ganadería.
Reportes de la Conagua indican que hasta el 18 de octubre pasado 75 de las presas estaban al 100%, 64 tenía de 75 a 100%; otras 41, de 50 a 75%, y sólo tres menos de 50%.