El fémur y la mandíbula de un mamut es lo que encontró una familia en el municipio de Ixtlahuaca, Estado de México, mientras excavaban para construir una cisterna, confirmó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Investigadores del INAH corroboraron que el hallazgo en el predio particular, ubicado en el pueblo de San Lorenzo Toxico, representa los primeros vestigios de megafauna registrados en dicha localidad mexiquense.
En abril de este año, la familia Morales inició la construcción de una cisterna y mientras hacían la excavación manual encontraron los restos paleontológicos, a 2.20 metros de profundidad.
Fabián Morales, uno de los albañiles que hizo el hallazgo, relató que utilizó una pala y un pico para “aflojar la tierra”, después excavó más y en cierto punto creyó que se había encontrado con tepetate.
Le empecé a pegar y por eso tiene esos golpecitos porque vi que blanqueba, pero pensando que era tepetate, y ya a la hora que vi que iba blanqueando poco a poquito, le digo (a mi hijo) oye este es un hueso.
Fabián y Adolfo Morales, padre e hijo, reportaron este hecho al INAH, la institución hizo una inspección arqueológica para corroborar el hallazgo de megafauna, el primero que se reporta en Ixtlahuaca.
Huesos de mamut hallados en Ixtlahuaca podrían tener 10 mil años
Ana Laura Navarro Martínez, arqueóloga del Centro INAH Estado de México, explicó que se realizará un proyecto de rescate arqueológico en los próximos días, para recuperar el fémur y la mandíbula, y determinar si existen más elementos en los perfiles inferiores del suelo.
Hasta ahora, la inspección reveló que los huesos de mamut miden entre 67 y 129 centímetros; sin embargo, su ubicación no permite identificar si pertenecen a un mismo individuo, ni rasgos como edad y sexo.
#PrensaINAH Una mandíbula y un fémur de mamut, identificados por investigadores del INAH en un predio particular de San Lorenzo Toxico, municipio de Ixtlahuaca, representan los primeros vestigios de megafauna registrados en la localidad mexiquense. 🦣🦣🦣#ContigoEnLaDistancia pic.twitter.com/T4ODqN3DeA
— INAHmx (@INAHmx) May 10, 2022
“Los huesos solo nos indican que pertenecen a la familia Proboscidea, mamífero de grandes dimensiones, dotado de trompa, y será hasta que especialistas en megafauna hagan el análisis cuando se definirá si pertenecen a un ejemplar de la especie del mamut colombino, ya registrada en el Valle de Toluca”, añadió la arqueóloga.
Navarro Martínez mencionó que el fémur y la mandíbula podrían tener 10 mil años de antigüedad, dato para el que se tomó como referencia la temporalidad de mamuts descubiertos anteriormente en San Mateo Atenco y Metepec, localidades ubicadas a 45 minutos de Ixtlahuaca.
En la excavación hay materia orgánica carbonizada, lo que permitiría realizar fechamientos a partir de la medición de niveles de carbono 14, un isótopo radiactivo que está presente en la atmósfera de la Tierra.
Aunque es necesario definir si la materia orgánica está asociada al mismo estrato geológico que el de los huesos, su datación aportaría información más precisa sobre la antigüedad del conjunto, indicó el INAH .
La arqueóloga precisó que el fémur y la mandíbula no están fragmentados o disgregados, pero el primero tiene un impacto no intencionado, es decir, los “golpecitos” a los que se refirió Fabián Morales mientras excavaba el espacio para la cisterna.
Lo que sigue ahora es la estabilización de los huesos y cuando se adapten a la temperatura del contexto, se trasladarán al Centro INAH Estado de México. “A partir de acercamientos con el municipio se determinará si se tiene el interés de que los restos permanezcan o sean exhibidos en Ixtlahuaca”, concluyó el Instituto.