Los millones de creyentes que acuden a la Basílica de Guadalupe este 12 de diciembre, no son los únicos que celebran a la Virgen Morena, pues desde el Reclusorio Norte sus internos no se olvidan de ella.
La ansiedad y asfixia de cada segundo, de cada minuto, de cada hora se vive en el Reclusorio, ahí se tejen historias con cuentas regresivas que consumen el alma. La libertad para Jesús Jiménez se ve lejana, aún compurga condena por robo.
Yo llego aquí al penal en el año de 2018 y llegué consumiendo droga de una manera devastadora.
La pena se aligera y viene la súplica, porque toma sentido el “no temas ¿no estoy aquí que soy tu madre?”.
Internos del Reclusorio Norte llevan tatuadas sus promesas a la Virgen de Guadalupe
Su acto de fe se hizo perpetuo, Jesús confiesa pedirle a la Virgen de Guadalupe por el bien de su familia, pide también para volver a vivir otro día y ayuda en su situación jurídica.
Y yo hice la promesa el día 12 de diciembre del mismo año del 2018. Entonces como promesa y como juramento, como ofrenda, hice un pacto de tatuarme.
Habitantes del Reclusorio no dejan de pedir por sus familias
Sin embargo no es el único, albañil de oficio, nativo de San Lucas Ojitlán, Oaxaca, Facundo Castillo pone sus dones artesanales al servicio de su Virgencita del Tepeyac.
Yo sé que en el pueblo donde ellos viven es muy difícil llegar a tener comunicación , es un pueblo muy pobre es un rancho que son casi 8 horas de camino casi caminando.
Internos se ponen en manos de la Virgen de Guadalupe
Desde hace 43 años no sabe de una hermana y dos hermanos. Desconocen que sus horas se consumen en el anexo del Reclusorio Norte por robo y lesiones.
Siempre cuando yo regalo algo, obsequio la Virgen de Guadalupe, siempre le pido ese gran deseo que a mi se cumpla siempre estar con mi familia, la verdad si he estado lejos de mi familia.
No son dos, ni tres los internos que se ponen en manos de la
Morena del Tepeyac
. Hay decenas o centenas de guadalupanos con deseos de libertad. Estos son tan solo unos garbanzos de a libra.