Descubren doble falla geológica como causa de microsismos en el Poniente de CDMX
Investigación revela que dos fallas geológicas cercanas son la causa de los microsismos en el poniente de CDMX. Su ubicación y actividad generan preocupación.
Investigadores de la UNAM han identificado que los recurrentes microsismos que se han sentido en la zona poniente de la Ciudad de México no son producto de una única falla, sino de la actividad de dos fallas geológicas cercanas, a las que han denominado “hermanas”. Este hallazgo revela una correlación significativa entre la ubicación de estas fallas y la topografía del terreno.
Las fallas, Barranca del Muerto y Mixcoac, se encuentran a una distancia de aproximadamente 800 metros entre sí y se extienden por alrededor de un kilómetro de longitud. Su actividad se origina a una profundidad de poco más de un kilómetro, lo que se considera una profundidad considerable.
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Microsismos: repentinos y leves en Mixcoac y Los Echave
Fuerza Informativa Azteca realizó un recorrido por la zona afectada, constatando la cercanía de una de estas fallas a la superficie, específicamente en la calle Los Echave, en la colonia Mixcoac. Residentes de la zona describen los microsismos como movimientos repentinos y breves, acompañados en ocasiones de un sonido similar a una pequeña explosión.
Ambas fallas tienen una trayectoria que abarca desde la zona de Barrancas, en la alcaldía Álvaro Obregón, hasta colonias de la alcaldía Benito Juárez, como Mixcoac. Su cercanía y paralelismo implican que atraviesan áreas densamente pobladas, donde se encuentran un mercado, una estación del metro, conjuntos habitacionales y planteles educativos.
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Mediante el uso de avanzadas técnicas satelitales, como INSAR, y el análisis de registros sísmicos, los científicos están estudiando el movimiento del suelo asociado a estas fallas.
Microsismos han incrementado en los últimos años
Aunque los microsismos no son un fenómeno nuevo en la capital del país, su frecuencia ha experimentado un incremento notable en los últimos años. Mientras que en 2017 se contabilizaron 25 eventos, para 2024 esta cifra se elevó a 93.
Este aumento en la actividad sísmica de baja magnitud ha generado inquietud entre los habitantes de la zona, lo que ha llevado a un incremento en la oferta de viviendas en renta o venta, ante el temor de posibles consecuencias futuras.
Vecinos de calles como La Castañeda y Los Echave han optado por mudarse. En la zona, algunas edificaciones presentan fisuras en sus fachadas, y la presencia de baches en las vialidades es común.
Los investigadores de la UNAM consideran que la intensidad de los microsismos podría registrar un ligero aumento en el futuro, aunque enfatizan que estas fallas hermanas no tienen la capacidad de generar temblores de gran magnitud en la Ciudad de México.