Estados Unidos ha intensificado su ofensiva contra “Los Chapitos”, la facción del Cártel de Sinaloa liderada por Iván Archivaldo Guzmán, pues se dio a conocer que han incluido en su lista negra a seis presuntos colaboradores involucrados en una red de lavado de dinero, en una decisión que pretender cortar el flujo de dinero mediante posibles empresas fachada.
Esta es la primera sanción del Departamento del Tesoro desde que, el pasado 20 de febrero, el gobierno estadounidense clasificó al Cártel de Sinaloa como una organización terrorista, lo que expandió el poder de Estados Unidos para actuar contra estos grupos criminales dedicadas al narcotráfico-
Red de lavado de dinero al descubierto
Las investigaciones han revelado una compleja red de lavado de dinero operada a través de empresas fachada en la Ciudad de México y el Estado de México. Entre los principales acusados se encuentra Alberto David Benguiat Jiménez, señalado de blanquear más de 50 millones de dólares con la colaboración de José Ángel Rivera Zazueta, quien presuntamente importa precursores químicos desde China a México para la fabricación de fentanilo y metanfetamina.
Otro de los implicados es Christian Noé Amador Valenzuela, acusado de conspiración para el lavado de activos. Mientras tanto, Enrique Dann Esparragoza Rosas ha sido identificado como un operador clave en Mexicali, Baja California, utilizando casas de cambio para blanquear dinero. Se estima que, desde 2023, ha lavado al menos 16.5 millones de dólares a través de una empresa en Culiacán, Sinaloa.
Golpe financiero al Cártel de Sinaloa
El Departamento del Tesoro también incluyó en su lista a Alan Viramontes Sesteaga, considerado un integrante de alto rango del Cártel de Sinaloa. Además, Salvador Díaz Rodríguez e Israel Daniel Páez Vargas fueron identificados como operadores en el lavado de dinero y actividades violentas.
Con esta medida, las autoridades estadounidenses buscan bloquear el acceso de estos individuos al sistema financiero y limitar su capacidad operativa. Se han congelado activos y restringido transacciones con empresas y personas relacionadas con esta red criminal.
Estados Unidos sostiene que estos individuos han proporcionado apoyo financiero, material y tecnológico al narcoterrorismo. La estrategia ahora se centra en perseguir y desmantelar estas operaciones para frenar la producción y distribución de fentanilo y otras drogas sintéticas.
La presión internacional continúa en aumento, con el objetivo de debilitar las estructuras criminales que sustentan el tráfico de drogas y el lavado de dinero.