Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, confirmó sus intenciones de declarar una “emergencia nacional” para implementar deportaciones masivas de migrantes indocumentados, utilizando incluso recursos del ejército, como lo informó ayer 18 de noviembre de 2024 por medio de sus redes sociales.
Esto generó una rápida respuesta en Los Ángeles, California, donde las autoridades locales están acelerando los planes para convertir a la ciudad en una “ciudad santuario”. Con ello, buscan proteger a los más de 3.7 millones de inmigrantes que residen en el condado, muchos de ellos en situación indocumentada.
Así es como Los Ángeles busca proteger a los migrantes
Hugo Soto-Martínez, concejal de Los Ángeles, expresó la urgencia de esta iniciativa: “En este momento que viene la nueva administración, tenemos que demostrar que estamos con ellos, que los queremos aquí y que vamos a hacer todo en nuestro poder para protegerlos”.
Soto-Martínez asegura que la ordenanza para convertir a Los Ángeles en una ciudad santuario será votada y posiblemente aprobada en las próximas semanas, con el objetivo de implementarla antes de que Trump asuma la presidencia en enero.
Organizaciones brindan apoyo a migrantes en Estados Unidos
Además, organizaciones como Coalición Pro Derechos Humanos del Inmigrante en Los Ángeles (CHIRLA, por us siglas en inglés) están movilizando a la comunidad, ofreciendo recursos y talleres legales para preparar a los migrantes ante posibles redadas y deportaciones.
Karla Aguayo, directora legal de CHIRLA, enfatizó la importancia de la educación comunitaria: “Ahorita más que nunca, es importante que nos eduquemos como comunidad para saber cuáles son nuestros derechos, aún en estos tiempos que vienen muy pronto”.
Por otro lado, el Partido Republicano de Los Ángeles ha manifestado su oposición a la medida, argumentando que “socavaría el Estado de derecho y pondría en riesgo la seguridad pública de todos los angelinos”. Esta controversia plantea un debate crucial sobre los derechos de los migrantes y la seguridad pública en un momento de tensión política.
Con la llegada inminente de la nueva administración, Los Ángeles se posiciona como un bastión de defensa para los inmigrantes indocumentados, desafiando las políticas que se anticipan bajo la presidencia de Trump.