La huella de Rufino Tamayo en el surrealismo y el arte mexicano; estas son sus obras más importantes

Rufino Tamayo, el hijo del sol y la tierra, un pintor mexicano que logró convertirse en uno de los artistas más reconocidos a nivel mundial, conjurando su herencia mexicana y el arte prehispánico con piezas marcadas por el color, perspectiva, armonía y textura. Esta es su historia.

El pintor mexicano, y uno de los representantes más emblemáticos del surrealismo , vio el alma temblar en la sombra, dibujando el miedo como una bestia que asechaba en la piel, artista del cosmos y la carne, del miedo y la celebración, con colores que respiran en la interinidad.

Rufino Tamayo, nació un 26 de agosto de 1899 en Oaxaca, es considerado uno de los primeros pintores modernistas mexicanos, basándose el bagaje cultural de las culturas indígenas del suroeste del país, reinterpretando métodos modernos de empaste, así como la teoría del color de las usanzas de los pueblos antiguos.

Actualmente los murales de Rufino Tamayo se encuentran en lugares emblemáticos como el Palacio de Bellas Artes, el Museo Nacional de Antropología, así como el Conservatorio Nacional de Música en México, entre otros.

Entre sus obras, destacan los 20 retratos que le realizó a su esposa Olga, la mujer con quien estuvo casado durante 57 años.

“Mi sentimiento es mexicano, mi color es mexicano, mis formas son mexicanas, pero mi concepto es una mezcla (…) Ser mexicano, nutrirme en la tradición de mi tierra, pero al mismo tiempo recibir del mundo y dar al mundo cuanto pueda: este es mi credo de mexicano internacional”, compartió el pintor oaxaqueño durante una entrevista en 1956.

Rufino Tamayo pintó más de mil 300 óleos, 465 obras gráficas, 350 dibujos y alrededor de 20 murales, pero ¿cuáles son las obras principales de este pintos mexicano?

• Carnaval - 1936
• Trovador - 1945
• Retratos de Olga - 1964
• La Gran Galaxia - 1978
• Dos personajes atacados por perros - 1983