Un problema común de escuela: Alejandro tiene un jardín con 7 rosas, 23 margaritas y 8 claveles. Alejandro debe de hacer un ramo con 60 flores. ¿cuántas le faltan?.
Alejandro tiene en su cuaderno de tercero de primaria un problema básico de matemáticas, para resolverlo tendría que hacer dos operaciones: una suma y una resta, pero no lo va a lograr, ni Alejandro, ni el 62.2 por ciento de sus compañeros de clase podrá con ese problema, porque el 25.8 por ciento es incapaz de sumar y el 36.4 por ciento no sabe restar.
Para la organización no gubernamental “Mexicanos Primero”, el rezago educativo por la pandemia ha significado un retroceso de tres ciclos escolares.
Como si Alejandro y sus amigos de tercero de primaria estuvieran en el último año del kinder, o en el mejor de los casos, en primero de primaria; es como regresar el tiempo.
Escuelas han permanecido cerradas 22 meses
Para muchos, para aquellos que prefieren mantener las escuelas cerradas después de 22 meses, el hecho de que a los niños se les haya olvidado sumar, restar, multiplicar o dividir, es algo insignificante.
A esos, se les olvida lo importante que es y lo mucho que te ayuda en la vida resolver esos “problemitas”.
La psicología lo explica: cuando los niños aprenden a sumar, restar, multiplicar o dividir, en realidad están aprendiendo a resolver problemas en la vida.
Pongan atención a esto: con esos problemas de matemáticas, los niños empiezan a desarrollar un pensamiento crítico, empiezan a entrenar la mente creativa al encontrar caminos para llegar al resultado, a la solución, logran entender y comprender el aprendizaje.
Urge que nuestros niños vuelvan a la escuela, no hay nada que sustituya la experiencia y el aprendizaje de estar en las aulas con sus maestros, compañeros y amigos.
Urge que alguien se atreva a dar un reglazo en la banca y obligar el regreso a clases presenciales.
Urge que como papás y mamás, seamos honestos: nuestros niños ya hacen una vida “normal”, han retomado todas sus actividades, menos la escuela.
Urge que como sociedad hagamos un examen de conciencia y resolvamos problemas como el de las flores, que por cierto, el resultado es 22, igual que los 22 meses de ausencia, de escuelas vacías.