La violencia volvió a teñir las carreteras de Tamaulipas la mañana de este lunes, cuando una patrulla de la policía estatal fue emboscada por un grupo armado en la carretera San Fernando-Ciudad Victoria . En el ataque, un oficial murió en el lugar y otro falleció mientras era trasladado al hospital.
Tras el ataque, los delincuentes robaron la patrulla policial y, al ser perseguidos por las fuerzas de seguridad, desataron el caos en la región. En su huida, bloquearon la carretera federal 101 utilizando tres tráileres robados e incendiaron varios vehículos, provocando terror entre los automovilistas. La persecución culminó con la muerte de tres de los atacantes, aunque varios más lograron escapar.
Ataque de drones explosivos
Estos eventos forman parte de una ola de violencia que inició el fin de semana en el estado. En el ejido González Villarreal, cerca de San Fernando, un convoy de la Guardia Estatal fue atacado con drones explosivos y armas de fuego. Durante el enfrentamiento, un agente resultó herido, mientras que dos criminales fueron abatidos. Además, se logró el decomiso de armas y vehículos que fueron utilizados por los agresores.
El clima de inseguridad ha tenido un fuerte impacto en los viajeros de la región, pues en pleno fin de semana largo, numerosos habitantes de Nuevo León cancelaron sus planes de viaje hacia Texas ante reportes de retenes del crimen organizado en las carreteras hacia Reynosa. Aunque las autoridades de ambos estados descartaron la existencia de estos retenes, el temor persistió durante horas, reflejando la desconfianza y el pánico generado por los recientes ataques en la región.
Estos episodios son un recordatorio de que la violencia persiste y sigue azotando las carreteras del norte del país, lo que no solo afecta a las fuerzas del orden, sino también a los civiles que transitan por estas vías. Ante esto, las autoridades han reforzado los operativos en la zona, pero la incertidumbre entre la población prevalece.