En un desarrollo significativo en la política migratoria de Estados Unidos, el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció un acuerdo con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que permitirá a este país centroamericano recibir migrantes de cualquier nacionalidad que hayan cometido delitos en el país norteamericano. Este pacto busca abordar la creciente preocupación sobre la inmigración ilegal y la seguridad pública en territorio estadounidense.
Bukele acepta recibir migrantes delincuentes de EU
El acuerdo establece que El Salvador se convertirá en un destino para aquellos migrantes que hayan sido condenados por delitos en Estados Unidos. Esta medida tiene como objetivo no solo desincentivar la criminalidad entre los migrantes, sino también aliviar la carga sobre el sistema penitenciario estadounidense.
Según las declaraciones del secretario de Estado, Marco Rubio: “Este acuerdo es un paso hacia una colaboración más estrecha entre nuestros países para garantizar que quienes cometen delitos enfrenten las consecuencias adecuadas”.
Por su parte, Nayib Bukele ha defendido el acuerdo, afirmando que “El Salvador está listo para asumir esta responsabilidad y trabajar en conjunto con Estados Unidos para crear un entorno más seguro”; sin embargo, organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por el bienestar de los migrantes que podrían ser enviados a un país donde enfrentan riesgos significativos.
#IMPORTANTE | El secretario de Estado de #EU, @marcorubio, anuncia acuerdo con @nayibbukele para que #ElSalvador reciba a migrantes de cualquier nacionalidad que cometan delitos en la Unión Americana. pic.twitter.com/dCzcNak3Es
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) February 4, 2025
¿Por qué son famosas las cárceles de El Salvador?
¡El costo de la guerra con las pandillas! Las cárceles de El Salvador son famosas por su enfoque extremo en el combate a las pandillas y la criminalidad, especialmente bajo el gobierno de Nayib Bukele. Destaca el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la prisión más grande de América Latina, con capacidad para 40 mil reclusos, diseñada para albergar a miembros de pandillas como la Mara Salvatrucha y Barrio 18.
Estas prisiones han ganado popularidad a nivel internacional por sus condiciones severas, como hacinamiento extremo, restricciones estrictas y celdas de castigo, lo que ha generado críticas internacionales por posibles violaciones a los derechos humanos.