Entre extorsiones y asesinatos; así atacaban las pandillas en El Salvador
Alrededor de 300 policías fueron asesinados por las pandillas en El Salvador; habitantes nos relatan cómo era vivir bajo el yugo de los criminales.
El Salvador enfrentó un terrible problema derivado de las pandillas que ejercieron su yugo sobre los habitantes de dicho país centroamericano.
En el documental El Salvador: Luces y Sombras , Fuerza Informativa Azteca (FIA) muestra los daños principales del crimen que orilló al gobierno de Nayib Bukele a tomar una decisión polémica, pero que ha redundado en beneficios para la población.
¿Cómo era vivir entre las pandillas de El Salvador?
Las pandillas como la Mara Salvatrucha ejercían su propia ley en las calles de El Salvador. Un habitante narró a FIA que anteriormente, una banda llamada la 18 Revolucionaria no permitía siquiera que los habitantes estuvieron paseando, porque “tenían el control completo del territorio”.
Sin embargo, los criminales no se limitaban a prohibir que la gente hiciera su vida, sino que también se las quitaban. Joel Hernández narró que los pandilleros asesinaron a su amigo con un arma de fuego cuando regresaban de la escuela a su casa.
“Recuerdo muy bien ese sonido. Nosotros veníamos de la escuela. Yo tenía como 12 años. Lo fuimos a dejar, nos despedimos y todo bien. Lo mataron, casi enfrente de nosotros. Teníamos la misma edad. Quisiera volver a ese lugar y salvarlo”, mencionó.
Incluso algunos criminales asesinaron a cientos de policías y militares. Por ejemplo, cuatro militares fueron asesinados en un autobús de transporte público. “Más de 30 policías que perdieron la vida a manos de estos terroristas”, aseveró Gustavo Villatoro, ministro de Justicia y Seguridad de El Salvador.
Pandillas extorsionaban bajo la amenaza de “embolsarlos”
Mayra Cruz, habitante de El Salvador por más de 26 años, y quien atiende una tienda de abarrotes, mencionó que los pandilleros le cobraban el conocido derecho de piso.
Aseguró que en un inicio les pedían tres dólares, pero la cifra comenzó a subir hasta 40 dólares semanales. “Si uno no les daba nada, les decían que lo iban a embolsar, a sacar embolsado. Uno estaba temeroso, ya no quería salir a las calles”.
Juan Carlos Torres, consultor en Seguridad y paz, agregó que también repartidores de refrescos y de alimentos también eran extorsionados.
