El qué y por qué desde Washington | Oiga Míster Trump, mudar a la industria automotriz de México a EE. UU. es un gran error

Donald Trump pretende llevar a toda la industria automotriz de México a Estados Unidos, pero ¿las presiones arancelarias serán suficientes?

Escrito por: Armando Guzmán

Armando Guzmán analiza las implicaciones de trasladar la industria automotriz de México a Estados Unidos
¿Qué tan viable es trasladar la industria automotriz de México a Estados Unidos?|FIA

Desde enero de 1999 hasta diciembre de 2024, las automotrices extranjeras han invertido en México, un total de $51,802 millones de dólares ha sido, “Inversión Extranjera Directa"; solo en el 2024 hubo $6,925 millones de dólares adicionales.

Obviamente con estas cifras ustedes se dan cuenta de que la industria automotriz es un pilar fundamental de la economía mexicana, y un aportador enorme al Producto Interno Bruto y al empleo.

Trasladar toda la industria automotriz de México a Estados Unidos, como quiere hacer Donald Trump, implicaría operaciones increíblemente complejas y costosas. Estas acciones tendrían consecuencias económicas negativas de gran alcance. Es imposible dar una cifra precisa debido a las numerosas variables involucradas. Lo que haremos aquí para usted, es desglosar los costos potenciales y las consideraciones financieras y sociales.

¿Quién pagará por la crisis económica y financiera de Trump?

La enorme crisis económica y financiera que Trump está causando es para forzar a las industrias de Estados Unidos que se han mudado a otros países, buscando operaciones menos costosas, a regresar a producir lo que fabrican en Estados Unidos.

La idea de reindustrializar a EE. UU. no es nueva. Trump la quiso implementar desde su primera presidencia, pero los funcionarios más cercanos a él se lo impidieron. Los últimos tres días de la semana pasada, ya nos demostraron porque hacerlo a la fuerza usando aranceles como arma, es un gran error.

Consideremos a diferencia de Trump, lo que una reestructuración del emplazamiento industrial estadounidense significaría para México. En primer lugar, se alteraría la cadena de suministro, habría un aumento en los costos laborales y, en última instancia, un aumento en los precios de fabricación de los vehículos. Quitarle a México esa industria, dañaría a su economía por años, y ni siquiera enriquecería al ya gigantesco, output económico de Estados Unidos.

Los costos directos de una mudanza automotriz

Los costos directos, de desmontar toda está enorme inversión, representarían para cada compañía una pérdida directa. La industria en conjunto estaría obligada a decidir, sin mucho tiempo para hacerlo, a qué sitios específicos reubicaría cada una de sus plantas de fabricación automotriz. Cada Estado en la Unión Americana tiene legislaciones que habría que cumplir y no todos los estados querrían concursar para adquirir las nuevas inversiones.

Hoy fácilmente en un país como México, una gran planta de ensamblaje puede costar más de mil millones de dólares. Ese costo en Estados Unidos se multiplicaría en decenas, sino es que en cientos de veces.

Las compañías de Estados Unidos se fueron por los enormes costos de producción

Donald Trump nos ha dicho que, para él, mudar a la industria automotriz es tan simple como levantar las carpas de un circo y moverlas al siguiente pueblo.

Obviamente México tiene menores costos laborales, y eso históricamente, ha sido uno de los impulsores más importantes para que la industria de Estados Unidos busque esas ventajas. No es México solamente, los costos laborales en el mundo en desarrollo son más bajos que en Estados Unidos. Esto permite a los fabricantes de automóviles ser más competitivos a nivel mundial.

Nearshoring; la proximidad geográfica de México ofrece enormes ventajas

  • Menores costos de transporte;
  • El envío de vehículos y piezas a través de la frontera es más económico y rápido que desde otros países en el extranjero;
  • Esto crea cadenas de suministro más cortas; y,
  • Respuestas rápidas a las demandas del mercado.

Los acuerdos comerciales de Trump

El TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) fue implementado en 1994, ese acuerdo eliminó la mayoría de los aranceles sobre los bienes comercializados entre Estados Unidos, Canadá y México. Ese fue el instrumento que redujo significativamente el costo de importación y exportación de vehículos y autopartes dentro de la región, y fue lo que convirtió a México en un destino atractivo para la manufactura dirigida al mercado norteamericano.

El T-MEC (Tratado Estados Unidos-México-Canadá), el sucesor del TLCAN fue implementado en 2020, manteniendo el principio de libre comercio con cero aranceles y tarifas dentro de la región geográfica de América del Norte, que fue redefinida para incluir a Canadá, Estados Unidos y México.

Otros tratados de libre comercio

Estados Unidos durante la negociación del T-MEC, consideró que México contaba ya también con una red de 14 tratados de libre comercio con 50 países. Eso lo hizo muy atractivo para las automotrices porque les brindaría acceso a otros mercados globales; no solo al mercado norteamericano y con eso, las automotrices proyectarían sus ventas en los países con acuerdos comerciales con México.

Mano de obra calificada

México ya desarrolló una importante reserva de mano de obra calificada en el sector automotriz. Debido a los compromisos adquiridos por los acuerdos firmados con Estados Unidos y Canadá, México y sus instituciones educativas, se comprometieron a invertir en programas de capacitación para apoyar a esta industria. Si bien los salarios son más bajos en México, su fuerza laboral se considera internacionalmente como muy capaz y muy productiva.

Donald Trump está empecinado en destruir todo lo anterior sin considerar que, en beneficio del mercado estadounidense, México desarrolló incentivos fiscales, subsidios, eliminación de procesos regulatorios y apoyo gubernamental generalizado, para activamente atraer inversión extranjera a esté relativamente nuevo sector automotriz.

Trump no lo ve, y acusa a México de haberse robado el 39 % de la industria automotriz estadounidense. Si eso fuera cierto, seguro tendríamos una celebración diaria con Mariachis en el zócalo de la Ciudad de México.

Lo que sí es cierto es que México ya desarrolló cadenas de suministro sofisticadas

La industria automotriz en México con sus cadenas de suministro tiene ya una infraestructura consolidada. Con los años, México desarrolló una sólida red de proveedores de autopartes, que a menudo se ubican cerca de las plantas de ensamblaje.

El país tuvo que invertir para desarrollar todo tipo de infraestructura incluidas, carreteras, puertos y ferrocarriles, para facilitar el transporte de mercancías y con eso consolidar, la producción anual de más de tres millones de automóviles, solo para el mercado estadounidense.

A Trump se le escapa el “Contexto histórico de las automotrices en Mexico”

Los principales fabricantes de automóviles estadounidenses, los llamados “Tres Grandes": GM, Ford y Chrysler, han estado presentes en México desde la década de 1930, inicialmente solo fue para el ensamblaje. Con el tiempo, estas operaciones se expandieron y nuevos actores como Volkswagen y Nissan establecieron plantas en la década de 1960, consolidando aún más el papel de México en la industria.

En resumen, la industria automotriz se trasladó a México principalmente para aprovechar los menores costos laborales, su ubicación estratégica junto al gran mercado estadounidense, los acuerdos comerciales favorables que redujeron los aranceles, una creciente fuerza laboral calificada y el apoyo gubernamental.

Ahora por un capricho político, el Señor Trump pretende desmantelarlo todo. Solo visualice usted lo que sería para México perder a esa industria automotriz, y con ella, perder a más de dos millones de empleos de profesionales altamente capacitados.

El rol de las demandas laborales empujo a la industria automotriz a buscar otros centros de producción

A Trump le haría bien enterarse de que fueron los altos costos laborales y la influencia sindical en Detroit, la que obligó a las automotrices a salir de EE. UU. Valdría la pena que recordara que los sindicatos automotrices se convirtieron en una enorme fuerza muy útil para los políticos demócratas estadounidenses.

La diferencia salarial de los trabajadores automotrices en México y Estados Unidos

The United Auto Workers - UAW, el Sindicato de Trabajadores de la Industria Automotriz, obtuvieron paulatinamente salarios más altos, paquetes integrales de beneficios incluyendo atención médica y pensiones con cláusulas cada vez más estrictas de seguridad laboral para los trabajadores. Esas prestaciones fueron las más altas en Estados Unidos, y aunque desde el punto de vista laboral, fueron conquistas sociales muy importantes, para el sector automotriz fue un aumento desmedido a sus costos de producción. Eso puso a los fabricantes de autos estadounidenses en desventaja internacional.

@aztecanoticias ¿Nos salvamos? Donald Trump impuso aranceles a casi todo el mundo para proteger la economía de Estados Unidos; sin embargo, México quedó exentó de este impuesto gracias al T-MEC. Pero ojito, porque China enfrenta un 34% de impuestos, por lo que que podrían aumentar los precios de varios productos y afectar empleos. @Anna Lu nos tiene los detalles. #FIA #DonaldTrump #AztecaNoticias #News #TikTokInforma #TikTokMeHizoVer ♬ sonido original - Azteca Noticias

Los costos menores y cercanía física; atractivo de México como base de producción automotriz

Entre México y Estados Unidos, la diferencia salarial de los trabajadores automotrices es considerable, Por ejemplo, el salario promedio de un trabajador de manufactura en México en marzo de 2024 era de 18,000 a 25,000 pesos mexicanos mensuales. Eso equivale a aproximadamente de $1,020.00 dólares a $1,420.00 dólares por mes.

En contraste, el salario promedio por hora de un trabajador de manufactura en Estados Unidos sin incluir horas extra en marzo de este 2025, era de $27.67, lo que se traduce en un costo mensual significativamente mayor de $4,427.20 dólares por mes.

Algunos informes de la industria estadounidense sugieren que los costos laborales en México pueden ser hasta un 90% menores que en EE. UU.

Decisiones estratégicas de los fabricantes de automóviles

Para desmantelar a una industria tan vasta y tan cara en México, EE. UU. tendría que restablecer las líneas de producción y garantizar que cumplan con los estándares de seguridad y operación estadounidenses. Recuerde usted, cada estado en la Unión tiene sus propias legislaciones, y muchas veces no hay uniformidad.

Habría que restablecer nuevas relaciones con proveedores en EE. UU. Esto en la industria automotriz tiene una complejidad muy grande.

Se requeriría hacer ajustes logísticos y establecer nuevas redes de transporte para trasladar las piezas a las plantas de ensamblaje y los vehículos terminados a los concesionarios.

En cualquier Escuela de Administración de Negocios lo primero que se aprende es que cambiar cadenas de suministro, implica mayores costos en piezas y materiales. Eso afectaría los costos, porque los proveedores estadounidenses son más caros que sus contrapartes mexicanas.

A propósito de aranceles, tarifas y regulaciones ambientales

El cumplimiento de las regulaciones ambientales potencialmente más estrictas en EE. UU. requeriría inversión adicional en tecnologías y procesos. Eso produce siempre costos adicionales indirectos.

Todo lo anterior llevaría a un aumento del precio de los vehículos en miles de dólares.

El aumento de los precios de los automóviles sacaría a muchos de los autos de marcas estadounidenses de la enorme competencia que hay en el mercado automotriz mundial.

Y recuerde usted que la industria automotriz sustenta a muchos otros sectores.

El Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), que reemplazó al TLCAN, incluyó reglas de origen más estrictas, que exigen un 75% de contenido norteamericano para que los vehículos no paguen aranceles. Estos acuerdos también introdujeron reglas de contenido de valor laboral, que exigen que un cierto porcentaje del valor de un vehículo sea producido por trabajadores que ganen al menos $16 por hora. Esto fue para proteger a los trabajadores de Estados Unidos.

Estados Unidos, Canadá y México acordaron con el primer gobierno de Trump, incentivar una mayor producción en EE. UU. con salarios más altos, pero sin exigir una reubicación completa de la industria automotriz. El acuerdo fue para permitir la continuidad del comercio y la fabricación dentro de la región de América del Norte.

Y ahora, Mr. Trump, pretende ignorar todo lo anterior.

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