El presidente electo de Estados Unidos , Donald Trump, ha vuelto a generar controversia al anunciar un posible aumento de los aranceles a Europa. Conoce el motivo por el que Trump lanzó estas amenazas.
¿Por qué Donald Trump amenazó a Europa?
En una publicación en su red social Truth Social, Trump exigió que los países de la Unión Europea incrementen sus compras de petróleo y gas estadounidense para reducir el déficit comercial entre ambas regiones.
En su mensaje, Trump afirmó que la UE debe compensar el déficit comercial con Estados Unidos mediante la adquisición masiva de combustibles fósiles estadounidenses. “De lo contrario, verán ARANCELES”, sentenció.
Donald Trump y las amenazas arancelarias para presionar
Esta estrategia de amenazas arancelarias no es nueva; en meses pasados, Trump utilizó tácticas similares para presionar a países como China, Canadá y México.
Los aranceles son una herramienta que Trump ha empleado frecuentemente para “proteger” lo que considera “intereses comerciales estadounidenses”, aunque los expertos advierten que estas políticas pueden tener consecuencias negativas para la economía global.
Impacto en el comercio y la economía global en caso de aranceles
La amenaza de aranceles a Europa ha generado incertidumbre en los mercados financieros. Este viernes, las acciones europeas cayeron drásticamente, mientras que los mercados estadounidenses también registraron ligeras pérdidas. Según economistas, la posibilidad de una guerra comercial con Europa podría agravar la inflación global y desincentivar la inversión empresarial.
Europa, que ya depende en gran medida del gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos tras desvincularse del suministro ruso debido a la guerra en Ucrania , podría enfrentar un dilema. Aunque Estados Unidos es el mayor proveedor de GNL a Europa, el déficit comercial sigue siendo un tema de fricción, con Europa exportando más bienes a Estados Unidos de los que importa.
Durante su campaña presidencial, Trump prometió aumentar la producción de combustibles fósiles en Estados Unidos y relajar las regulaciones ambientales. Su insistencia en que Europa compre más energía estadounidense es consistente con esas promesas, pero su enfoque ha provocado críticas tanto dentro como fuera del país.