¿Sabías que ciertos hábitos cotidianos pueden afectar significativamente tu vida sexual? Expertos indican que factores como la alimentación y el estrés pueden influir sufrir disfunción eréctil. Descubre cómo pequeños cambios en tu estilo de vida pueden marcar una gran diferencia.
La disfunción eréctil puede afectar a cualquiera
El señor Vidal, de 69 años de edad, notó hace más de un año cambios en su vida sexual. A pesar de tener 3 hijos y 50 años de matrimonio, fue diagnosticado con disfunción eréctil.
“Empecé a sentir que mi rigidez no tenía tanta fuerza como antes, mi erección no era tan fuerte como antes, a partir del año pasado.”, contó al equipo de Fuerza Informativa Azteca.
Algunas enfermedades crónicas pueden estar relacionadas con la disfunción eréctil
En un inicio consideró que la diabetes que padece podría estar relacionada y sí, la disfunción eréctil, se presenta entre el 5% y 10% de los pacientes diabéticos, aunque existen otros factores.
La disfunción eréctil puede ser síntoma de una enfermedad vascular, hormonal o alguna afectación psicológica. Aunque existen medicamentos, inyecciones o bombas de vacío para brindar tratamiento, éste debe ser personalizado.
“La disfunción eréctil es la incapacidad constante de no poder tener una erección con suficiente rigidez o suficiente tiempo.”, señala el urólogo Daniel Flores.
¿Cuándo acudir con un urólogo por una disfunción eréctil?
Lo que es un hecho, es que la probabilidad de sufrir disfunción, aumenta con la edad. De acuerdo con expertos, se considera disfunción si el problema persiste durante al menos 6 meses seguidos.
“Los hombres de 40 a 70 años, cerca de la mitad, el 52 por ciento de ellos, va a tener algún grado de disfunción eréctil. Entonces, sí es bastante común. Se habla de al menos 6 meses, si presentas este problema por seis meses o más, ya podemos hablar de disfunción eréctil.”, agregó Daniel Flores.
¿Cómo prevenir la disfunción eréctil?
La disfunción eréctil puede causar depresión e inseguridad con la pareja y en el entorno social, por eso, para prevenirla es necesario:
- Llevar una buena alimentación .
- Hacer ejercicio.
- Evitar el cigarro.
- Evitar el alcohol .
- Ante cualquier señal, acudir al médico para recibir un tratamiento personalizado.