Este 22 de julio de 2024 es el Día Mundial del Cerebro y se cumplen 10 años desde que comenzó a conmemorarse, gracias a la Federación Mundial de Neurología. Sin embargo, existen hábitos que lo perjudican y que provocan se devore a sí mismo.
Dicha conmemoración tiene el objetivo de hacer conciencia y promover la educación sobre los trastornos de compromiso cerebral que afectan a cientos de miles de personas en el mundo, tales como el Alzheimer, Parkinson, epilepsia, esquizofrenia, entre otros.
El lema de este año para conmemorar el Día Mundial del Cerebro es “salud cerebral y prevención”. Con lo que se busca que las personas cuiden y tengan una mejor salud cerebral como el hacer ejercicio, tener buena calidad de sueño y nutrición.
Existen hábitos que ayudan a reducir la tasa de enfermedades en el cerebro, como dejar de fumar y controlar los niveles de glucosa en la sangre. Sin embargo, hay un hábito que es sumamente dañino y provoca que el cerebro se devore a sí mismo.
¿Cuál es el hábito que hace que tu cerebro se devore a sí mismo?
¿Duermes bien? Pues después de leer esto quizá lo comiences a hacer. De acuerdo con un estudio científico publicado por el diario científico The Journal of Neuroscience, la continua falta de sueño lleva al cerebro a “devorar” de forma indiscriminada las neuronas y conexiones sinápticas.
Las neuronas del cerebro se renuevan constantemente cuando dormimos. Es por eso que si no tenemos suficientes horas de sueño, el cerebro comienza a “devorarse” . Por ejemplo, el Alzheimer está relacionado al igual que otras enfermedades degenerativas.
El estudio se realizó con ratones a los que se les restringió el sueño. Ahí se descubrió que eso provoca la pérdida de funciones neurológicas. Sin embargo, el experimento no se ha practicado en humanos. Lo que sí se sabe es que el Alzheimer incrementó 50 por ciento desde 1999, cuando comenzaron a existir malos hábitos de sueño saludable.
¿ A qué edad se termina de desarrollar el cerebro?
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental, el cerebro deja de desarrollarse y madurar entre los 25 y los 30 años. Sin embargo, alcanza su mayor tamaño en la adolescencia temprana.