Día Internacional de los Ovnis: ¿Qué pruebas hay de su existencia?

Este sábado 2 de julio se celebra el Día Internacional de los Ovnis, o World UFO Day, para conmemorar el aniversario del llamado Incidente Roswell, ocurrido en 1947, cuando supuestas naves extraterrestres cayeron en el desierto de Nuevo México, Estados Unidos.

El Día Internacional de los Ovnis se celebra desde principios del siglo XXI, por iniciativa de fanáticos de todo el mundo, convencidos de la existencia de inteligencia extraterrestre que visita regularmente nuestro planeta a bordo de naves con tecnología super avanzada.

Este año, la celebración cobra especial interés, luego de que el 17 de mayo pasado, el Gobierno de Estados Unidos diera a conocer en el Congreso, videos de objetos voladores de origen inexplicable, y aceptara la existencia de ovnis.

Según versiones oficiales del gobierno estadounidense, el 2 de julio de 1947, un globo meteorológico de la Fuerza Aérea cayó en un rancho cercano a Roswell, en Nuevo México.

Unos años después, comenzó a correr el rumor de que en realidad se había tratado de una o más naves extraterrestres que el Pentágono intentaba ocultar. Dicha idea se hizo cada vez más popular con el paso de los años, generando toda una cultura conspiranoide, reforzada por películas, series de televisión, libros, historietas y más recientemente por influencers en redes sociales.

La idea general es que ese 2 de julio, dos naves extraterrestres cayeron en Nuevo México; el ejército de Estados Unidos supuestamente rescató los restos de la nave, así como a varios alienígenas (muertos y/o heridos).

Todas las evidencias habrían sido ocultadas a la humanidad, y solo tienen acceso a ellas “las élites” del gobierno, que las mantiene escondidas “para analizarlas” en la llamada Área 51, una base secreta en el estado de Nevada.

Pero fue en la década de los noventa del siglo pasado, cuando el Ejército de Estados Unidos dio a conocer un informe sobre el “Incidente Roswell”, admitiendo que en realidad se trataba de un globo radar, con el cual se estaba experimentando a fin de detectar pruebas nucleares realizadas por la entonces Unión Soviética; se trataba del llamado Proyecto Mogul.

La explicación es que en aquel momento, el gobierno estadounidense trató de ocultar del público este acto de espionaje, difundiendo el rumor de las supuestas naves espaciales como distractor.

El término de Objeto Volador No Identificado (OVNI), traducción de Unidentified Flying Object (UFO) surgió en 1953 en Estados Unidos, para definir a todo aquel objeto volador, natural o artificial, tripulado o no, observado por uno o más individuos y de origen desconocido.

Dicho término se creó para tratar de reemplazar la definición de “platillos voladores”, surgida erróneamente luego de que un piloto de los años cincuenta, afirmara haber visto una serie de luces en el estado de Whashington, volando agrupadas en forma de bumerang, las cuales “se movían como platillos"; sin embargo la prensa habría confundido sus palabras, afirmando que los objetos “tenían forma de platillo”.

La idea de “platillos voladores” se vio reflejada no solo en la prensa: también se hizo popular en películas, historietas, juguetes y hasta canciones; además, personas de Estados Unidos primero, y del resto del mundo después, afirmaban haber visto objetos con dicha característica volando en el cielo.

Llámense ovnis o platillos voladores, durante las siguientes décadas se han seguido difundiendo supuestos avistamientos en diversas regiones del planeta, respaldados por fotografías, cintas de cámaras de cine caseras, y más tarde por videocámaras y celulares, generando interminables debates a favor o en contra sobre su origen.

Y es que en muchos casos, los supuestos ovnis eran en realidad globos, solitarios o en grupo; satélites, aeronaves de origen terrestre, cometas, fenómenos ópticos, planetas, manchas en la lente de la cámara, basura espacial, meteoritos, aves fotografiadas en tomas borrosas, drones, e incuso la Estación Espacial Internacional.

Y no en pocas ocasiones, también se trató de falsificaciones.

Sin embargo, existen casos de videos sobre ovnis que no tienen explicación, y un ejemplo son los difundidos recientemente en el Congreso de Estados Unidos.

Hay que destacar que, si bien es la primera vez que el gobierno de este país admite oficialmente la existencia de Objetos Voladores No Identificados, no quiere decir que también aceptara que sean naves extraterrestres.

En todo el mundo, la ufología o el estudio del fenómeno OVNI, tiene miles de seguidores que lanzan teorías, organizan congresos , intercambian información e imágenes, y han formado asociaciones para difundir sus ideas. Además se dicen víctimas de los escépticos.

Si te ha tocado ver objetos extraños en el cielo, que no reconoces como estrellas y no sabes de qué se trata, distintas sociedades astronómicas de México y el extranjero nos explican su posible origen:

Después de la Luna y el Sol, el planeta Venus resalta como el objeto más brillante del cielo. Suele observarse al amanecer o al caer la tarde, en solitario, incluso cuando las estrellas no son visibles. Su brillo puede resultar impresionante; e incluso la combinación del viento y las nubes, puede generar la sensación de que Venus se está moviendo.

A cierta altura de la atmósfera, objetos artificiales como satélites o la Estación Espacial Internacional reflejan la luz solar, por lo que parecen pequeñas estrellas que se mueven a una velocidad fija, más lento que los aviones.

Si se trata de un objeto luminoso que viaja rápidamente dejando una estela y de repente desaparece, lo más probable es que sea una estrella fugaz; su duración suele ser variada, pero no pasa de unos pocos segundos.

La existencia de vida en otros planetas no es una posibilidad rechazada por los científicos. Entre los miles de millones de estrellas que contiene nuestro universo, solo por leyes de probabilidad, deben existir incontables planetas con condiciones semejantes a las que permitieron la vida en la Tierra.

De hecho, hasta este 2022, los astrónomos han detectado la presencia de unos cinco mil planetas en otros sistemas solares, conocidos como exoplanetas.

El verdadero problema para que exista una probabilidad de que ocurra un contacto extraterrestre, son las distancias.

Tomando en cuenta que la estrella más cercana a nuestro Sol, Alfa Centauri, se ubica a cuatro años luz de distancia, y que la luz viaja a más de 300 mil kilómetros por segundo, una hipotética civilización extraterrestre que quisiera hacer contacto con los seres humanos, se llevaría millones de años para viajar de una estrella a otra.

Además, esta civilización tendría que haber desarrollado una tecnología infalible, con una fuente de energía inagotable, para poder viajar durante milenios por el espacio; y en ese lapso sobrevivir, reproducirse y poder elegir el sistema solar adecuado para contactar con otra raza inteligente, sin margen de error.